Copyright: Rocío África De Carlos Espinosa
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Podría parecer una obviedad intentar explicar/aclarar la diferencia que existe entre los conceptos mencionados en el titulo -todos sabemos lo que conlleva la religión y las acciones que refuerzan su sentido en un principio-, pero ahondando en este tema he llegado a comprender que todavia seguimos inmersos -en la mayoria de los casos- en una postura de analisis alejada en cierto modo de aquello que intentamos esclarecer.
El análisis del concepto de religión y sus diferentes formas de manifestarse, sigue cargado de un contenido y de una búsqueda de aquello que está más cercano a nuestras espectativas personales o sociales que de aquellas sujetas a estudio. Seguimos intentando acercarnos al pasado con una lupa para poder dilucidar con claridad la forma , y en este pasaje incurrimos en el error de establecer masivamente definiciones y estructuras, encajándolas como aquello que dota de sentido o realidad al fondo, manipulándolo en la búsqueda de actitudes más cercanas en el tiempo y en el espacio a nuestra comprensión: intentamos atraer y no tanto acercarnos, produciéndose una pérdida de matices y por consiguiente de significado en el camino; un exceso de conceptualización con un aspecto positivo y enriquecedor que lo constituye la posibilidad de establecer diferencias en un primer momento, y su paralelo negativo que implica en cierto sentido un estatismo de los procesos culturales y pretexto para conseguir el anhelado por muchos todavía y por otros ya seguro título de "ciencia". Un proceso en el cual olvidamos la que debería ser meta principal: la búsqueda de significado, lo que a mi entender es el sentido práctico del conocimiento.
Actualmente, la visión de la religión en Occidente se encuentra dentro de la ideología del culto a la muerte. Su concepto de "vida" está en directa dependencia de la posibilidad de una existencia en el más allá: es la "Vida después de la vida", y la Biblia es el reflejo de lo que quiero esbozar: la salvación y la verdadera vida es aquella que se experimenta después de la muerte, la terrenal es solo un tránsito y una prueba.
Frente a este tipo de concepción nos encontramos aquellas del mundo antiguo en el Próximo Oriente, en donde la vida terrenal cobra protagonismo convirtiendose en el centro y motivo de la existencia, mientras que la muerte constituye el paso hacia la regeneración y reafirmación de valores ancestrales. El reflejo de esta visión la encontramos en sus mitos y ritos que de forma repetitiva -desde el punto de vista literario y litúrgico- ponen un especial énfasis en los aspectos prácticos de la vida cotidiana. Así, desde esta visión de las cosas, es como podemos llegar a entender la asociación indisoluble e indispensable que se produce entre vida y muerte, principio y fín, bien y mal y en definitiva entre el orden y el caos; de este modo por ejemplo, lo demuestran la seríe de ritos que se efectuaban con motivo del Año nuevo -akitu-, en donde se percibe cómo en el pensamiento mesopotámico el comienzo dependía del paso previo de un fin, que era asociado al caos anterior a la creación y por consiguiente indispensable para todo recomienzo. Nacimiento y renacimiento aludían a una misma condición de las cosas, el origen, y de esta manera, el fin o la destrucción se convertía en un hecho transitorio, de regeneración o más exactamente de creación.
Por tanto, nos encontramos ante dos tipos diferentes de planteamiento de la religión que no pueden ser evaluados de la misma manera. Así el enfoque propuesto en este trabajo se basará en la comprensión del significado desde dos vertientes diferentes:
General: que hará hincapié en las coincidencias del hombre desde el punto de vista de las espectativas personales, como individuo.
Particularista: el hombre desde el punto de vista social en un tiempo y espacio determinado.
Por otro lado me gustaría
fijar desde un principio los límites de análisis que me he
impuesto. Sería interesante realizar un estudio del tema bajo el
enfoque de "necesidad espiritual", pero desde mi punto de vista es demasiado
arduo y seguramente imposible establecer qué es aquello que pensaba
un componente de la sociedad de entonces; por desgracia, la ciencia actualmente
sólo nos permite intuir las intencionalidades pero no los pensamientos
concretos. Por ello, visto que el analisis sería incompleto y no
fidedigno, será lo que se refiere a la parte más tangible
-en la medida de lo posible-, la de "necesidad de asociación" la
que canalizará este trabajo. Es decir, nuestro planteamiento será
el de demostrar en la medida de nuestras posibilidades el papel de la religión
como elemento socializador, catalizador y regulador de los
aspectos prácticos de la vida diaria, y no bajo los parámetros
de la muerte y su esperanza en la vida del más allá como
estado ideal y principal objetivo de este tipo de creencias o "ideologías"(1).
Existen numerosas coincidencias entre las religiones más antiguas y las contemporáneas, y si queremos hilar fino, que las segundas no son más que el resultado de la evolución -acorde con el cambio de las sociedades en el tiempo - de unas inquietudes comunes ya presentes desde los primeros tiempos.(2) La explicación es sencilla en un primer nivel de análisis: el hombre siempre ha experimentado las mismas preocupaciones: las reiteradas hasta la saciedad ¿quiénes somos?, ¿de dónde venimos? y ¿a donde vamos?. En la búsqueda de soluciones parciales o totales que den sentido a esas incertidumbres, el hombre encuentra una respuesta en:
La participación en los procesos vitales. Crea símbolos -forma y contenido de lo inexplicable y medio que le facilite el sentido de su existencia-, y los ritos -reflejo de su dominio, al menos parcial, sobre los primeros-. De este modo la participación se convierte en un fín: el de no sentirse a la deriva pero con una doble acepción:
desde el punto de vista del individuo, en donde cobra sentido la presencia de la religión popular, caracterizada por la creencia depositada en objetos y seres capaces de solucionar los problemas a nivel particular y cotidiano y en donde la verdadera eficacia radica en una serie de rituales de caracter mágico.
desde el punto de vista de la colectividad; es decir, del hombre como parte integrante de una sociedad, ente dirigido por unos pocos individuos que poseen la primacía y exclusividad de intervención en los ritos que atañen a la comunidad y que persiguen la implantación de una vida organizada basada en unos intereses determinados, que normalmente se encuentran en conflicto con aquellos de los seres como individuos: en este caso nos encontramos ante la religión estatal.
En esta acepción se dan casos de participación de la masa, pero solo se produce en momentos determinados en donde su presencia e intervención se hace necesaría como medio de consolidación del poder: la participación se transforma en aceptación que implica a su vez dominación y en donde el proceso de educación de las conciencias es de importancia capital. Son casos anecdóticos y controlados que mantienen el misterio y por tanto -en cierto sentido- el desconocimiento de otros rituales que se realizan en numerosas ocasiones de forma secreta, enfatizando aún más el sentido de status religioso que se encuentra identificado/ligado al social.
En la identificación
con el mundo que le rodea que le haga sentirse que no está solo
aunque sea diferente a todo lo demás.
De este modo, a lo
largo de la Historia, podemos encontrar repetidos elementos tales como
los símbolos atribuidos a nuestro origen y del universo, a los procesos
naturales (inundaciones, sequias, dia y noche, truenos…), biológicos
(reproducción, vida, enfermedad y muerte), cotidianos (trabajo)
e incluso de características de la especie animal o vegetal…, símbolos
que "cosifican" y que experimentan cambios y adaptaciones de forma según
se complican y amplían nuestros procesos vitales, según evolucionamos,
produciéndose en alguno de los casos un acercamiento cada vez mayor
hacia las características que definen la raza humana para una mayor
comprensión e identificación: me refiero a la paulatina antropomorfización
de éstos hasta llegar a ser asimilados -o en otros casos relacionados-
con "hombres sobrehumanos", es decir, con dioses. En general hablamos
de cambios experimentados en la simbolización, que poco a poco se
adaptan hasta llegar a adquirir la forma de hombre y que se van complicando
y relacionando con otros símbolos hasta configurar toda una historia
que explica la fenomenología de un proceso natural: el mito.
Pese a todo esto, no podemos olvidar que el hombre es parte de la historia, y como tal se ve ineludiblemente involucrado y condicionado en los cambios que se producen en este proceso. Con ello intento decir que solo la base puede ser coincidente, pero las diferentes circunstancias, lugares y épocas, son las que al final establecen las diferencias y hacen que no podamos esgrimir un mismo argumento generalizador sin el peligro de incurrir en errores de forma y contenido, es decir, de comprensión.
De ahí la necesidad de evaluar los contenidos desde el punto de vista social y cultural.
Que el hombre es el animal social por excelencia nadie a estas alturas es capaz de dudarlo (aunque muchas veces el aspecto esté cargado de matices negativos e incluso podriamos decir contradictorios que nos podrían llevar incluso a cuestionarnoslo), y además es consciente de ello -como así lo refleja su concepto de la vida plasmado en las diferentes mitologías-, pero para que la condición de hombre en asociación se cumpla, debe cumplirse el requisito de la existencia de una serie de intereses que les sean comunes a todos sus componentes y una infraestructura que los una. Esta infraestructura debe tener una serie de carcterísticas incondicionales y básicas para su buen funcionamiento: regularización -que asegurará la invatibilidad, establecerá los parámetros de aplicación y hará lícito lo estipulado-, y plasmación práctica -que ratificará la coherencia y dotará de sentido real al cuerpo- de los valores, que son los que aseguran la convivencia.
En cualquier religión podemos observar que existe un código que responde a la reglamentación de los valores morales(3), pero la particularidad radica(4) en aquellas en donde éste se encauza como medio exclusivo para la supervivencia en el mundo real, supervivencia que en medios geográficos desconocidos, casi sin dominar y diversificados es especialmente difícil.
Llegados a este punto cabría plantearse qué sentido tiene, en qué modo, por qué y cuándo se produce la fusión entre religión y reglamentación social.
Parte de las respuestas las podemos encontrar en la certeza de que el hombre además de un valor psíquico individual posee una conciencia y necesidad de grupo -como anteriormente he intentado esbozar-, ambas indisolubles desde el comienzo de nuestra existencia. Pero el aspecto interesante radica en el momento en el cual esta reglamentación social se establece de forma codificada, como legislación más allá del puro sentido moral o de reciprocidad sanguinea, es decir, como "ley". Para muchos, este hecho implicaría la plasmación por escrito de las normas y por lo tanto en periodos o culturas denominadas "ágrafas" sería impropio utilizar este término; la tesis propuesta será demostrar cómo en civilizaciones en donde la escritura no aparece totalmente desarrollada(6), sí se produce este hecho y constituyen el origen de la fusión entre Religión y Estado, es decir, la religión como política de estado, y por consiguiente la religión como fenómeno resultante de la preponderancia que los individuos establecen de la vida frente a la muerte; su ejemplificación: Próximo Oriente en el tercer milenio (3200-2800 a.C.)(7), el ámbito de aplicación: la ciudad, Uruk.
En contra de la idea de la urbanización como un fenómeno "surgido"(8) en la Civilización mesopotámica del tercer milenio, existen elementos que nos pueden hacer pensar en este proceso como algo paulatino y derivante de una serie de fenómenos anteriores; no se trata de una aparición en el sentido estricto, sino de la conjugación de aspectos ya existentes en otros ámbitos geográficos que son mejorados, adaptados y aplicados en otro sitio.
La aparente carencia o escasez de asentamientos en la Mesopotamia anterior y su posterior aparición en forma de ciudades en un lapsus de tiempo breve, la existencia hasta entonces de poblaciones asentadas, parcialmente agrupadas y con un grado de desarrollo considerable en regiones vecinas como la Susiana, podría hacernos pensar en una especie de milagro de la civilización. Sin embargo, atendiendo a los análisis ambientales y climatológicos que se han realizado, se pueden obtener conclusiones que se alejan en este sentido. El cambio climatológico sufrido en el cuarto milenio, posibilitó que las inundaciones que hasta entonces habían convertido la zona de la Babilonia meridional en tierras pantanosas e impracticables, se fueran transformando poco a poco en tierra firme y las inundaciones fueran en parte controladas y aprovechadas gracias a la aplicación de sistemas de irrigación -tecnología ya conocida anteriormente en regiones vecinas aunque no realizada de forma sistemática- que drenaban espacios posibilitando el cultivo y excelente rendimiento de varias especies y por consiguiente los asentamientos estables. Así la riqueza de las nuevas tierras por un lado aseguró el asentamiento de poblaciones preexistentes y por otro atrajo nuevos grupos poblacionales. Se produjo en un principio un aumento de asentamientos pequeños y dispersos en torno a redes pequeñas y numerosas de agua (Uruk temprano); posteriormente se experimentó una nueva reducción (Proto-DinásticoI) pero con un sentido diferente: menos asentamientos, de mayor dimensión y concentrados entorno a pocos pero mayores cursos de agua, es decir, el area poblacional creció constantemente hasta este periodo en el cual se comienza a constatar la construcción de murallas que delimitaban el espacio urbanizado.
La reducción de los cursos de agua y la proximidad de los distintos grupos propició los intercambios culturales y materiales y, a su vez e intimamente relacionado, el surgimiento de conflictos entre estos que pujaban por establecerse como centros primordiales y distribuidores de los recursos en general y de los acuiferos en particular.
Frente a las adversidades, surgió la necesidad de poder encontrar un método que estabilizara la nueva situación, que requería la existencia de un elemento aglutinador y ordenador de los acontecimientos y las personas; frente a los antiguos sistemas de gobierno de las sociedades de jefatura, propias de algunas culturas de periodos anteriores, en donde la figura de un jefe -status que le viene concedido por primogenitura- era suficiente para regular las normas de convivencia/morales de grupos reducidos y con escasas y contadas interacciones, surgirá la necesidad de la figura de un lider que canalice las espectativas y requerimientos de la nueva sociedad urbana que evoluciona hacia estrucutras estatales (de la época de los primeros asentamientos a la de las ciudades 6000-3200 a.C.) momento en el cual, se implantará un sistema de control legalizado, no basado en las relaciones de caracter familiar y de retribución sino en aquellas en donde la autoridad oficial le es concedida a una persona cuya principal característica es el carisma(9) entendido como algo útil y necesario, alguien capaz de sostener, asegurar e impulsar la continuidad de esa cultura frente a la amenaza de otras y cuya perdurabilidad se basa en la fe que su pueblo deposita en él.(10)
Esta nueva y compleja civilización en donde el liderazgo encuentra sentido y su máxima expresión, tenía como principal característica el esquema de centro - periferia -con un nivel de orden cuatro, ya superior al de Susiana-: un nucleo urbano -ciudad- dedicada a los elementos manufacturados -artesanía- y que controlaba la producción de los elementos de subsistencia -agricultura y ganadería- que se daban en las zonas adyacentes a la ciudad -la perifieria o zona rural-. Todo este esquema había sido posible gracias -entre otras muchas cosas e interrelacionadas entre sí, como el aumento demográfico, las ya mencionadas nuevas aplicaciones de la irrigación, nuevas tecnologías en la agricultura,etc…- al sistema de almacenamiento, productos tanto para consumo proprio como para el intercambio y que incidió en la creación de una riqueza que iba más allá del sentido de supervivencia. Los excedentes poco a poco hicieron posible la diversificación y la especialización(11) del trabajo y el grado de complejidad adquirió unos niveles absolutos: lo que en un principio podia ser gobernado/manejado por un solo hombre requería ahora la construcción de un régimen capaz de sostener el nuevo orden social, un método que regularizara y coordinara los diferentes niveles de ocupación laboral e interpersonal para que ninguno intercediera de forma negativa en los demás sectores y se produjera un desiquilibrio general.
De las antiguas sociedades de jefatura se había heredado la creencia en la figura de una única persona capaz de gobernar la sociedad, pero la perspectiva reciente requería de nuevos mecanismos que facilitaran la labor de gobierno, nuevos organismos de poder que trabajaran conjuntamente y que se dedicaran a la administración general; se imponía la necesidad de una institucionalización real del poder, pero ¿cómo impedir que los nuevos dispositivos restaran poder a la figura del lider?. La solución fue la imposición de estructuras a varios niveles, siempre en forma piramidal, en la cual el vértice lo constituía la figura del gobernante e inmediatamente después el templo como colaborador del anterior- al fin y al cabo las creencias religiosas y el poder eran las dos únicas "instituciones", aunque no institucionalizadas, existentes desde el principio de los tiempos del hombre y normalmente relacionadas u asociadas entre sí de alguna manera-.
Lo que perseguía esta medida era aunar los dos únicos niveles de conciencia del hombre -social encarnado por un poder civil: el jefe, y espiritual cuyo exponente era la creencia religiosa y el templo como ente físico- de tal manera que el control fuera absoluto sobre la población.
Físicamente el reflejo de esta idea la encontramos en la creación de complejos templarios -Eanna de Uruk- que constituyen el centro de la ciudad -y por consiguiente de toda la región circunscrita a ésta- y que contribuyeron a su vez a la consecución de otro objetivo: recalcar y asegurar el papel principal de la ciudad, una centralización absoluta de todos los niveles posibles. De esta manera, desde una única fuente, el templo, centro del entero gobierno controlado por un sistema administrativo(12), se lograba coordinar todas las funciones directivas, de la comunidad ciudadana y campesina, que contribuían a su mantenimiento en base a un sistema retributivo: los sacerdotes se dedicaban exclusivamente a funciones en favor de la comunidad y ésta les proporcionaba los medios necesarios para su sustento.
Pero, ¿cómo hacer que la población estuviera de acuerdo con este sistema en el cual ellos eran la base de la pirámide?. Era necesario enseñar, hacer creer y hacerse respetar, es decir, para que la gente creyera en la institucionalización burocrática, era necesario institucionalizar primeramente las conciencias. Hacer efectivo un proceso de socialización " en el cual el individuo, de forma progresiva, se adapta a las reglas que establece una cultura y las hace suyas", un proceso en el cual sea capaz de interiorizar el mensaje del lider como agente que determina las normas, y de su propio papel de objeto asumiendo y acatando los dictámenes-; "…de este modo, se encontrará más o menos identificado con la premisas impuestas cuanto mayor o menor haya sido el grado de adiestramiento dentro del juego de los papeles desempeñados. (13)
Dentro de este contexto, el didáctico, es donde surgen los mitos, explicación y justificación de los cambios acaecidos y método para asentar y asegurar el poder de las clases dirigentes, con su correspondiente componente religioso personificado en los dioses, y civil reflejado en la codificación de las valores morales que deben regir la sociedad; un nuevo lenguaje en donde se hace propaganda de la vida cotidiana y que se manifiesta en la creación de sistemas nuevos de transmisión de la ideología: arquitectura monumental, literatura, cilidros-sellos, y posteriormente acuñación de bulas, cerámica, relacionados todos con el surgimiento de la escritura, características particulares de la cultura mesopotámica en general(14)
Los sellos, si bien surgieron en un principio como necesidad económica -pequeñas piezas que introducidas en un recipiente servían para llevar la contabilidad-, posteriormente contribuyeron a la transmisión de la ideología. En el Uruk Temprano encontramos ya una diversidad de representaciones y de tipos(15): cilindros-sellos que por su tamaño y forma, posibilitan la adaptación a un espacio mayor a sellar y a su vez mayor espacio para representación de elementos iconográficos, es decir, que implican la posible intencionalidad de historiar; de hecho, se trata de refiguraciones con un gran cuidado en los detalles: vestimentas, elementos de poder (báculos, sombreros…), figuras humanas y los característicos templos: son escenas que narran las acciones cotidianas de trabajo -almacenamiento, labores agrícolas y de pastoreo, caza-, y también aquellas más insólitas y en cierto modo referentes a aspectos ficticios y metafóricos -animales individuales o rebaños de estos que simbolizan la figura del jefe o la población(16), peregrinaciones al templo, escenas de caza del león, de soldados capturados, de viajes en barca…- e incluso combinación de aspectos reales y fantásticos -que aluden a temas más propios de la mitología- cuya complejidad en muchas ocasiones hace difícil establecer la parte real de la que no lo es.
Por otro lado surgen aquellos de carácter esquemático o abstracto cuyo trabajo menos detallista implica una reducción de tiempo de fabricación e instrumentos más mecánicos o menos especializados.
Esta presencia de dos tipos de sellos, como propuso en su momento Nissen(17), podrian ser el reflejo de la utilización en distintos ámbitos de los mismos: individual y estatal -lo que por otro lado reforzaría la tesis de la existencia de propiedades privadas frente a las estatales-.
No menos importante fue el papel de la arquitectura, que con su grandiosidad representativa de los edificios públicos -templo, palacio y espacios abiertos (el denominado teatro por Invernizzi)(18), pregonaba el poder y la fuerza de la institución gobernante.
Al antiguo esquema tripartito de la época Ubaid, se añadieron plataformas, estancias -específicas para los sacerdotes y el Rey confeccionadas para la purificación, ablaciones y oblaciones y otras actividades ritualísticas- y edificios adyacentes que representaban el aspecto mundano del trabajo templario -dedicados a la producción y almacenamiento-, que incidieron en el aumento de tamaño del templo.
El colosalismo(19), colorido y forma del exterior -templo con mosaico de conos de piedra o Steinstiftmosaik-Tempel-, la riqueza de los materiales -importaban material calcáreo transportado desde largas distancias: el Kalksteintemple- se complementaban para cumplir una doble función, una propaganda con dos vertientes: aquella que reflejaba una particular visión del mundo como algo natural y grandioso -y por homología de su cultura en particular-, y la defensa -como la construcción de murallas- frente a posibles elementos disturbadores del equilibrio alcanzado: un elemento real de poder que impresionaba tanto a los de dentro como a los de fuera.
En cuanto a la literatura, encontramos textos de diferente naturaleza, que continúan reflejando y acentuando la complejidad cultural.
Textos de carácter administrativo, en donde se enumeran los distintos oficios y su pertenencia a las diferentes jerarquías, enfatizando las diferencias sociales y marcando la intencionaidad de orden de las estructuras.
Textos de carácter mitológico. Desde el punto de vista formal, podemos destacar el anonimato reiterado -cuya autoría la detentan los dioses(20)- y los recursos literarios de los que se echa mano, que nos hacen pensar en una antigua tradición oral, fórmulas tales como la repetición de frases y palabras -similares a otras tradiciones como la griega, la musulmana y también la cristiana, y que nos recuerdan y nos hacen referencia a una especie de oraciones- que servirían para poder memorizar más facilmente lo narrado y para hacer hincapié en determinados aspectos.
Desde el punto de vista de narración, aunque la mayoría parece hacer alusión a aspectos irreales, podemos asegurar que no son sino el reflejo de hechos sucedidos realmente(21) pero metaforizados buscando reafirmar el papel del sistema existente, encadenándolo a un pasado remoto(22) o a la figura superior de los dioses como justificación de las acciones(23). Es la plasmación clara de la intencionalidad de aliar el sistema civil con el religioso: el uno se justifica, compenetra y encuentra sentido en el otro, y por ello no son sino mundos paralelos, homólogos en los cuales el buen funcionamiento es establecido como una dependencia recíproca: se establece lo bueno y lo malo, las acciones y actividades a realizar, incluso la metodología a seguir(24), así como las separaciones entre los dioses y sus funciones(25). Como vemos, toda una codificación en donde los conceptos predominantes son la ley, norma, regla que determina las acciones del resto de los aspectos de la vida, una especie de determinismo legal de lo cotidiano. Así encontramos relacionados los destinos a las buenas decisiones, que no son otra cosa que las mencionadas normas, leyes o reglas que regularizan teniendo en el templo el brazo ejecutor.(26)
Es verdad, por otro lado, que existen menciones a la muerte y que no sólo la vida terrenal es la única protagonista. En el texto de El descenso de Innana a los Infiernos y también en el de La pasión de Lil en la tumba -además del ya mencionado de Enki y el orden del mundo- se realiza un gran despliegue en el cual se nos explica con gran cantidad de detalles el mundo de ultratumba y los rituales que se deben realizar a los muertos: lamentaciones, depósitos de agua y pan -alimento de vida-, regar las tumbas vestir a los muertos con lino, buscar un buen lugar de reposo…(27). Pero la vida en el más allá no es buena, no se puede hablar, se come polvo, todo es triste y oscuro; una vez desprovisto de cuerpo la vida no tiene sentido, estás incapacitado para realizar cualquier acción, para sustentarte… Como resultado, la muerte es vista como destino fatal, un destino que la humanidad trata de cambiar sin resultado aparente(28) y que intenta mantener lo más lejos posible. Por ello, los rituales relacionados con todo este ambiente de tanatismo no buscan la seguridad en el más allá, sino mantener la muerte, a los muertos, lo más lejos posible de los vivos; las ofrendas de pan y agua encarnan el más puro sentido ritualístico, intentan apaciguar su ira ante su nueva situacíón de no vida(29) y los "banquetes" funerarios (ki-sì-ga en Sumerio y kispu en Akadio)(30) representarían el aspecto más festivo y mundano frente a la nada que les espera en el mundo de bajo-tierra: los muertos son debidamente despedidos y por otro lado por un espacio de tiempo reducido vuelven a la tierra; las libaciones de las tumbas de agua representan la purificación -acción necesaria para mantener el status religioso- y una referencia a la vuelta al mundo de la preexistencia, la disolución de las formas; los ajuares, dentro de este contexto no tendrían significado, así se podrían explicar en cierto sentido bajo el enfoque de simple recordatorio del status social del difunto y de toda la generación presente y venidera.(31)
La tumba era importante, como reflejan los textos, pero sólo desde el punto de vista de los vivos: un lugar en donde el muerto no tuviera opción a su salida y pudiera interferir en la vida de los de este mundo, y por ello no se construían grandes mausoleos, eran simples enterramientos, simples coberturas del cuerpo que luego se transformaría en huesos, la primera puerta del otro mundo que debía estar cerrada(32).
Para concluir, me gustaría hacer mención de algunos datos que considero serían interesantes en relación con futuros estudios en materia de la religión en Próximo Oriente.
En primer lugar, hacer referencia a la interesante exposición realizada por Piergiorgio Odifreddi en su libro "Il Vangelo secondo la Scienza"(33); en este se propone una linea original y sugerente en donde se intenta conjugar la visión científica con aquella religiosa enriqueciendo la investigación con parámetros más amplios y menos estáticos, una linea que busca acabar con los tradicionales enfrentamientos entre la ciencia y la humanística.
En Próximo Oriente, como en tantos otros lugares del mundo, la complejidad paisajística, la variedad de grupos sociales -y por consiguiente de culturas-, exige que estemos atentos a la hora de realizar un análisis y que seamos lo más abiertos posible a cualquier indicio. No se trata únicamente de establecer cuáles son los componentes que intervienen en los procesos sociales, es decir de establecer límites, sino de entender, cuando menos, los hilos conductores que ponen en contacto a todos ellos, la dinámica histórica, que es tan intrincada que exige una pluralidad disciplinar, nuevas perspectivas y la revisión de situaciones que han sido en muchas ocasiones equívocamente interpretadas y reiteradas bajo la misma visión.
En este sentido me gustaría destacar nuevas ideas planteadas sobre viejos temas como es el de la "diosa madre" en las culturas, un concepto que ha servido a muchos para elaborar una larga literatura de crítica tanto positiva como negativa y que hasta hace poco no se ha intentado analizar en toda su extensión. Más allá de intentar izar o arriar una bandera, últimamente se viene proponiendo un análisis que busca una posible asimilación de la primitiva "diosa madre" a determinados dioses de los posteriores panteones de época urbana, en un proceso de adaptación y transformación de aspectos arcaicos a otros más modernos.
Seguramente esta línea propuesta y otras futuras -como podría ser también el estudio de las religiones populares bajo parámetros estatales o viceversa- levantarán más de una crítica, y a esto solo me queda añadir que nunca serán malas las preguntas sino en todo caso las respuestas.
1. Término que creo más acorde como definidor de la religión en el periodo y espacio que nos ocupa.
2. Un ejemplo de ello lo encontramos en la Biblia:1 Co 5 8, en Pascua los judios comen pan ácimo que simboliza la vida; los sumerios, en sus rituales funerarios, se lo ofrecían a los muertos simbolizando también este aspecto (cabría destacar que para estos, además, era una forma de rechazo de la muerte). También encontramos conceptos tan importantes en todas las religiones como lo bueno y lo malo bajo un término más genneral como es el de la ley: desde la figura de Enlil en Sumer (mito de La creación del Mundo) hasta la de Dios en el cristianismo (1M 2).
3. Establecimiento de lo bueno y lo malo, lo puro y lo impuro, el tabú.
4. Siempre desde una visión contemporánea de los hechos.
6. En contra de la opinión de Childe y Sjoberg, y otros autores como Braiwood y Howe (1972:1), creo lícito poder denominar como "civilización" y "estados propios" aquellas culturas que carecen de escritura, o al menos lo que normalmente se denomina como escritura: grafía.
7. Existen numerosas divisiones y subdivisiones cronológicas; en este caso las referencias se basan en aquella que Nissen realiza en su libro "Protostoria del Vicino Oriente", Roma, Laterza, 1990.
8. Idea que se podría extraer de la definición que realizan Sanders y Price (1968:46).
9.Idea basada en los tipos ideales de liderazgo de Max Weber. Weber, 1947, pp.310-406
10. Service, Elmanr "Los origenes del Estado y de la civilización".
11. Esencial para el desarrollo social y es el que define la escala de valores.
12. "Dall Tigri all´Eufrate I. Sumeri e Accadi", Universitá degli studi d Torino, Firenze, 1992. Esta teoria de la economía templaria sumérica (A. Schneider y A. Deimel) aunque correcta en su base, es en cierto sentido incompleta ya que no explica en todo su extensión las particularidades del aspecto económico dejando sin resolver las relaciones entre la posesión pública de las tierras -encabezadas por el templo- y aquellas privadas, que aunque minoritarias, existentes y significativas. En cualquier modo, hasta el momento parece que las investigaciones se han centrado el el núcleo urbano de intramuros y la zona de extramuros aun sigue sin investigar en su totalidad, por ello seguirá faltando información que nos ayude a analizar, entre otras cosas, la existencia de medios privados en esta sociedad estatal.
13. Jose R. Torregrosa y Concepción Fernandez Villanueva "La interiorización de la estructura social".
14. Me refiero a todos y no en particular al aspecto económico como tradicionalmente se suele aludir.Creo que sería importante aceptar que los sellos si bien tenían un sentido a primera vista económico, su iconografía nos habla de aspectos relacionados con la ideología del poder, con el sentido "espiritual" -aunque no sea del todo correcto utilizar este térmio- a la par que la literatura o la arquitectura… Son un ejemplo más que ilustra con claridad lo que intentamos exponer: no se puede separar la política de las creencias, ya que se encuentra intimamente relacionadas. Como afirma Armillas, el estado es el núcleo de una política civilizatoria (1968:218),con toda la complejidad que ello implica.
15. La variedad de formas e iconografía aluden a una posible existencia anterior.
16. O también podrian ser figuraciones de poblaciones concretas; ya desde las primitivas sociedades de jefatura se solían asociar elementos de la naturaleza, por sus cualidades, a personas concretas pudiendose referir también a grupos amplios con la intencionalidad de reforzar el sentido de pertenencia, de colectividad.
19. Con este término hago referencia no sólo al aumento de tamaño que experimentaron las construcciones, sino también, y más importante, a la gran complejidad que alcanzaron con la proliferación en número y riqueza representativa de las imágenes.
20. Inanna y Bilulu: "(Mi) señora dió nacimiento a una canción para su joven esposo, formó una canción para él, la divina Innana dió nacimiento a una canción para Dumuzi, formó una canción para él…".
21. Como ejemplo tenemos en la "Epopeya de Gilgames" la alusión a la muralla que construyó Gilgames en Uruk y que ha sido identificada tras la realización de excavaciones en la ciudad de Warka.
22. Intencionalidad clara en lo que a la figura del Rey se refiere y claro residuo de las primeras sociedades de jefatura en dode la herencia por primogenitura implicaba, entre otras cosas, la ligazón a una tradición ancestral.
23. Si el mundo de los Dioses posee una estructura determinada, los hombres deben actuar de la misma manera, ya que la sabiduría de los dioses es superior -aunque existen estas figuras de los sabios no deidificados, su sabiduría siempre procede de los primeros :Los siete sabios.
24. Enki y el orden del Mundo: "El gran prícipe puso la red, cerca de la piqueta y preparó el molde, fertilizó el agarin como la mantequilla buena, a su piqueta, cuyo penetrante diente es una sepiente que devora la carroña, la hizo (perfecta), a su preparado molde, dispuesto sobre el lado (…). A Kula, el gran (amasador) de arcilla de todo el pais, Enki lo puso a cargo de ellos. Puso (sobre la tierra) la cuerda y preparó los fundamentos; fundó la casa en las proximidades de las asambleas, reguló las ablaciones. El gran principe ahondó los cimientos, dispuso sobre ellos los ladrillos; sus fundamentos así dispuestos no cederán jamás".
25. Enki y el orden del Mundo: encargados de canales como Enbilulu, del almacenamiento como Uttu, etc…
26.
El pasaje de Enki y el orden del mundo, es el máximo exponente
de este concepto de determinismo legal. El dios encarna el papel de creador
de todas las cosas, del mundo, y de los medios necesarios para que este
continue y se rija de forma adecuada "Señor que dominas las grandes
normas, las puras normas, sobre las grandes normas, la totalidad de las
normas pon tu pié": el destino de la cultura se encuentra determinado
por la eficacia de las normas "…ejecutas con eficacia mandatos y decisiones,
(pues eres) experto conocedor de los destinos", "Yo soy el tenedor de los
registros del cielo y la tierra…Yo soy el oido y la inteligencia de todas
las tierras…yo proclamo la justicia…yo decreto los destinos"; es la característica
fundamental de los grandes e invencibles "Sumer, Gran Monte, tierra del
Universo, llena de esplendor desde la salida del sol hasta su ocaso, pais
que tiene como don las normas. Tus normas son normas sublimes, inalcanzables;
tu corazón es prestigioso, insondable".
Con
respecto al papel del templo, y en relación con la figura del dios,
baste citar un pasaje de este texto para entender su importancia y sentido
aglutinador y dirigente de todas las actividades incluyendo la económica
"Los paises de Magan y Dilmun me buscan a mi, Enki. Los barcos de Dilmun
efectuan amarre, los barcos de Magan cargan hasta la altura del cielo,
los barcos de magilum de Meluhha transportan oro y plata, lo llevan a Nippur
para Enlil, el rey de todas las tierras".
27.
Enki y el orden del mundo: "…los dioses de las fundaciones Enkum
y (…) han proclamado allí la majestad, purificaron el agua para
mí (…). Cantos sagrados y conjuros (me) han difundido en mi Abzu,…"
"Al gran señor que presenta en su país los señores,
los sentados sobre tronos, los (sacerdotes) en posesión de los encantamientos
de Eridu, los "vestidos de lino" de Sumer, los que (cumplen) el oficio
de exorcistas del Abzu, el padre de Enki, en el lugar sagrado, pon su pié".
La
pasión de Lil en la tumba: "Que mi madre, que se preocupa por
mí, desligue el silah…que Gashanhursaga, que se preocupa por mí,
desligue el simlah!…Hermana mia, constantemente, dame mi parte de la casa
de mi padre!…" Este texto puede ser una clara referencia a la disolución
de las formas que se produce cuando se muere, cuando uno pierde el soporte
físico y retorna en cierto modoal estado de preexistencia.
28. Trama principal de la Epopeya de Gilgames.
29. No olvidemos que Innana vuelve de los infiernos y cambia su vida por la de su amado Dumuzi.
30. Ver W. Hallo, "Disturbing the Dead", Minhah le-Nahum.Biblical and other studies presented to Nahum M. Sarna, JSOT154, 1993, 183-92, propone la palabra sumeria gizbun como aquella que designaría la tumba -según la traducción de sus signos logográficos "lugar donde se coloca la cerveza"- generalmente traducido como "comida festiva o banquete". De esto, podríamos llegar a intuir un cierto sentido mundano de la celebración por la presencia de la cerveza que sería más bien destinada a los comensales mientras que el agua serviría solo para la ejecución de un ritual.
31. De la presencia de actos tan diferentes como las libaciones y los banquetes, podríamos deducir que en los enterramientos existían dos tipos de rituales: aquellos de caracter puramente espiritual y otros de caracter más profanos que enfatizarían el sentido real de vida de los rituales.
32. En el texto de El descenso de Innana a los infiernos se hace repetida mención a las puertas, puertas cerradas para que los muertos no salgan.