Multirreligiosidad y muerte
Sexto módulo del MASTER en CUIDADOS AL FINAL DE LA VIDA. Universidad de La Laguna
F. Diez de Velasco (fradive@ull.es). 22-28-29 de marzo de 2003

V) Los juzgables

El modelo que resultaba más común, en el que más directa o más difusamente creían los cristianos, los musulmanes, los mazdeistas, los judíos (por lo menos a partir de cierto momento y entre ciertos ambientes), aunque con diversidades y diferencias plantea la existencia de un juicio tras la muerte.
Quizá los primeros en idear este tipo de más allá fueron los seguidores de Zarathustra y sus modelos imaginarios han tenido una larga continuación...


Visión parsi: pasando el puente Chinvat (de la separación) manuscrito parsi (BN, París)

El alma cruza el puente estrecho, fresco de la iglesia de Santa María, Loretto Aprutino, s.XIII



Pero tantos viajeros que deambulan por el  puente indican que el juicio no se realiza caso a caso,  sino que forma parte de una narración más compleja que supera al ser humano.
Es una narración escatológica en la que cada ser humano ha tenido su elección, servir a asha, la verdad o a druj, la mentira, servir a Ormuz (el dios del bien) o a Ahrimán (el Mal), en los relatos mazdeístas...
Seguir a Yahveh o a Belial, el Príncipe de las Tinieblas, como nos cuentan los manuscritos de Qumrán...
Seguir a Alá o apartarse y dejarse tentar por Satán....
Seguir a Cristo o pasar a engrosar las filas de las huestes del diablo....

Y el juicio habrá de producirse tras  el cumplimiento de los tiempos, cuando se revele el destino de cada ser humano. Un juicio eterno y definitivo tras una terrible convulsión apocalíptica... como la que aparece en el libro del Apocalipsis... que permite muchas lecturas visionarias...


Ludwig Meidner, Apocalyptic landscape, 1913 L.A. County Mus.

Hildegarda de Bingen (1098-1179), Scivias, El fin de los tiempos, el día de la gran revelación; salida del alma de su tabernáculo; destierro del Paraíso; el enemigo encadenado

Hildegarda de Bingen, Scivias, los nuevos cielos y la nueva tierra

William Blake, el día del juicio final, 1808

William Blake, detalle de la parte inferior del juicio final (reunión de los amantes, castigos...)
Se abren las tumbas y los que murieron y moraron en ellas se enfrentan al destino que premiará o castigará sus actos en  vida. Una resurrección que preludia cielo o infierno

Evangelario de Vysehrad, s. XI, resurrección de los cuerpos (National Library, Londres)

Moldavia, monasterio de Voronetz, resurrección y animales en paz (sg. Is. XI,7)

Sinagoga de Dura Europos (Siria) s. III a.e. Resurrección de los cuerpos

Nicolás Florentino, Catedral de Salamanca, Juicio Final

Bolonia, Pinacoteca, Juicio Final

Stephen Lochner, Juicio final, detalle (h. 1440), el castigo del avaro

Dante, ilustración de la Divina Comedia, ascensión infernal

Esoterismo místico en Blake: reunión del alma y el cuerpo, otra visión del fin de los tiempos

El culto funerario a la tumba, la visita a la misma en estos relatos tiene su razón de ser, pues sería morada hasta el momento del juicio final...


Funeral islámico, manuscrito s.XIV

Quíos, ciudadela, cementerio musulmán

Estelas funerarias musulmanas, Museo del Louvre s. IX a XIX

Y no sólo como lugar en el que reposa un cadaver al que se debe culto para cumplir con los antepasados (como en el caso de los griegos) o en  el que perdura la memoria, en algún caso el único dato que de esa persona ha podido quedar (como en el caso de los romanos y su "obsesión" por el funeral y la lápida tumbal (las asociaciones funerarias... etc...) un modelo que en parte perdura hasta hoy... la del entierro casi como principal testimonio del paso por la vida para muchos (por ejemplo los esclavos, los pobres...)


Lápida funeraria, encontrada en la iglesia de St. Pere de Figueres (mus. de Figueres): D(is) M(anibus) / M(arco) Val(erio) Lavino / B(ene)f(iciario) co(n)s(ulari) M(arcus) Val(erius) / Geminus fra/tri optimo

Pero la angustia de dejarlo todo al fiel de la balanza, el realismo de un vivir que no puede diseccionar fácilmente un destino de gloria frente a otro de castigo mitigó los puntos de vista... el juicio estaría precedido de un purgar las faltas, para que quedase el consuelo de redimirse aunque sea tras los castigos del alma... un lucrativo negocio porque los familiares podían ayudar a las almas en el purgatorio a alcanzar el rescate.... pagando misas.... en los modelos desde luego no bíblicos de entender este tema... pero que todavía son doctrina de catecismo aunque haya cada vez menos creyentes en ellos... el concepto medieval de juicio particular ... tras el que todos, salvo los santos o los endiabladamente malvados (quizá los infieles, los que no creen en la posibilidad del arrepentimiento y la expiación) habrán de pasar por el purgatorio...


Il sufragio delle anime purganti, grabado siciliano del XIX

Tholonet (Provence, Francia), Cristo adolescente y ángel sacando un alma del purgatorio

Y la lección final: el reino de la muerte vence a toda gloria, hasta la de los que sirven a dios, en un cerrar de ojos el cadáver es la única imagen... y la vida corta para malgastarla regodeándose en la riqueza, el poder, el conocimiento o incluso la santidad como parecen mostrar las terribles dos tablas de Valdés Leal....


Juan de Valdés Leal (1622-1690), Finis gloriae mundi

Juan de Valdés Leal (1622-1690), In ictu oculi

Crocevia, xilografía anterior a 1687, Madrid Calcografía Nac.

Aunque más allá de este terrible imaginario de ver la vida y la muerte, que caracterizó de modo claro al catolicismo hasta el Concilio Vaticano II, y como desarrollo del mismo, han surgido modelos que renuncian, no solo al purgatorio, sino también a muchas de las más angustiosas implicaciones de la escatología, estimando que dado que la divinidad es puro amor, no puede entenderse como un terrible castigador, redimensionándose así infierno, juicio, cielo y por tanto también la vida.