Prof. Dr. Francisco DIEZ DE VELASCO
HISTORIA DE LAS RELIGIONES EN EL MUNDO ANTIGUO
FACULTAD DE GEOGRAFÍA E HISTORIA. Licenciatura en Historia
UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA


EVEMERO

1) Evemero en Diodoro

(..en la isla Panquea...) "A unos 60 estadios de la ciudad de Panara está el templo de Zeus Trifilio ... (en una magnífica situación natural) hay tal divina majestad al verlo que resulta evidente que el lugar aparezca digno de los dioses del país. El templo es una impresionante construcción de piedra blanca ... con magníficas estatuas de dioses ... La llanura que se extiende alrededor del templo está consagrada a los dioses, hasta una distancia de 200 estadios y todas las rentas que produce se usan para el mantenimiento de los sacrificios. Más allá de la llanura se encuentra una montaña elevada consagrada a los dioses y llamada Trono de Urano y también Olimpo Trifilio. El mito cuenta que en los tiempos antiguos, cuando Urano era rey de la tierra habitada solía situarse en este lugar para escrutar el cielo y las estrellas desde su cima ... El cuerpo político está dividido en tres, los sacerdotes a los que se adjuntan los artesanos, los agricultores y los guerreros a los que se adjuntan los pastores. Los sacerdotes son los jefes, impartiendo justicia y detentando la autoridad decisoria última en los asuntos comunes. Los agricultores, encargados del trabajo de la tierra, llevan las producciones a almacenes comunes ... salvo la casa y el jardín nada más es privado, los productos y las rentas los toman los sacerdotes y los reparten dando a cada cual lo justo a excepción de los sacerdotes a los que se les da el doble ... A los guerreros se les da una paga proporcionada por proteger el país ... ya que hay una zona infestada de bandoleros ... De acuerdo con el relato mítico de los sacerdotes, la estirpe de los dioses tiene su origen en Creta; fueron traídos por Zeus a Panquea en la época en la que vivía entre los hombres como rey de la tierra habitada ... y defienden su argumentación enseñando unas inscripciones que fueron hechas por Zeus durante el tiempo en que vivió entre los hombres y fundó el templo ... Hay una estela de oro con letras que los egipcios llaman sagradas cuya inscripción cuenta las acciones de Urano y de Zeus, Hermes añadió las de Artemis y Apolo" (Diodoro V, 42 y ssgs. trad. basada en la ed. Vogel (T 1890) recogido en M. Winiarczyk Evhemeri Messenii Reliquiae (T 1991) appendix)

"Diodoro en el libro VI ... cita la visión de los dioses de Evemero de Mesene con las siguientes palabras: respecto de los dioses, los antiguos transmitieron dos concepciones. Ciertos dioses son eternos e inmortales, como el sol, la luna, las estrellas, el cielo, los vientos y todo lo que posee una naturaleza semejante a éstos ... Pero los otros dioses son seres nacidos en la tierra que alcanzaron los honores immortales gracias a sus beneficios (          ) hacia los demás hombres, como Heracles, Dioniso, Aristeo y otros parecidos ... Evemero escribió un tratado especial sobre estos últimos. Evemero que era amigo del rey Casandro (rey de Macedonia del 301 al 297) y que fué encargado por él de llevar a cabo ciertos asuntos del reino y hacer largos viajes cuenta que se dirigió desde Arabia hacia el sur ... y llegó a Panquea ... y vió a los Panqueos, sus habitantes, hombres que destacan por su piedad y honores para los dioses ... En la isla y situado al pie de una montaña imponente se hallaba el santuario de Zeus Trifilio, que fué fundado por Zeus en la época en la que era rey de la tierra habitada y vivía aún entre los hombres. En el interior del templo había una estela de oro en la cual hizo grabar, en la escritura empleada por los Panqueos, la narración de las hazañas de Urano, Crono y Zeus.
Evemero dice que Urano fue el primero en ser rey, era un hombre benéfico y amable, versado en el movimiento de los astros y el primero en honrar a los dioses de los cielos con sacrificios, por lo que se le denominó Urano (cielo). Le nacieron de su esposa Hestia dos hijos, Titán y Crono, y dos hijas, Rea y Demeter. Crono fue rey tras Urano, se casó con Rea y tuvo a Zeus, Hera y Poseidón. Y Zeus, tras convertirse en rey a su vez, se casó con Hera, Demeter y Temis y tuvo hijos de todas ellas; los curetes de la primera, Perséfone de la segunda y Atenea de la tercera ... luego fue a la isla Panquea ... y allí levantó un altar a Urano, el fundador de su familia ... visitó a muchos otros pueblos y todos ellos le honraron y le proclamaron públicamente dios" (Diodoro VI, 1 y ssgs. trad. basada en la ed. Vogel (T 1890) fr. recogidos por temas en M. Winiarczyk Evhemeri Messenii Reliquiae (T 1991); de Eusebio Praeparatio evangelica 2.2. 59b-61a).
 

2) Evemero en Ennio

"En un principio tuvo el sumo poder de la tierra Cielo. Este en unión de sus hermanos se creó y procuró para sí este reino ... al anciano Cielo de quien dice Evémero que murió en Oceanía y fue enterrado en Aulacia.
Luego Saturno tomó por esposa a Ops. Titán, que era el mayor, pidió reinar él. Su madre Vesta y sus hermanos Ceres y Ops persuadieron a Saturno de que no entregara el reino a su hermano. Entonces Titán, porque era de aspecto peor y porque veía que su madre y hermanas tenían interés porque reinara Saturno,  condescendió a que fuera éste el que reinase. En consecuencia pactó con Saturno que, si tenía algún hijo y éste era varón, no lo dejara vivir. Con esto pretendía que el reino volviera a sus hijos. Entonces mataron al primer hijo, nacido de Saturno. Luego nacieron dos gemelos, Júpiter y Juno. Llevaron ante la presencia de Saturno sólo a Juno, mientras que a Júpiter lo escondieron y se lo entregaron a Vesta para que ésta lo criara. Asimismo a espaldas de Saturno Ops parió a Neptuno, a quien ocultó muy en secreto. Del mismo modo en un tercer parto Ops dio a luz dos gemelos, Plutón y Glauca. El Plutón latino es el padre Dis, a quien otros llaman Orco. Se le presentó a Saturno a Glauca, pero le ocultan a Plutón escondiéndolo. Más tarde muere la pequeña Glauca. Esta es, tal y como aparece escrita, la estirpe y descendencia de Júpiter y de sus hermanos; así ha llegado hasta nosotros en la historia sagrada. Luego, tan pronto como Titán se enteró de que Saturno había procreado hijos varones y que los había criado en secreto, sedujo a sus hijos, los Titanes, para que le ayudaran y, encerrando a su hermano Saturno y a su hermana Ops, los rodeó de un recinto amurallado bajo la vigilancia de unos guardianes. Siendo Júpiter ya adolescente y habiendo oído que su padre y su madre estaban rodeados de guardianes y en prisión, con el auxilio de un gran número de cretenses venció en una batalla a Titán y a sus hijos, liberó de la cárcel a sus padres, entregó el reino a su padre, regresando él a Creta. Tras esto Saturno recibió un oráculo que le predecía tuviera cuidado no fuera que su propio hijo le expulsara del reino. Pero él, para evitarlo y escapar a cualquier peligro, atentó contra Júpiter intentando matarlo; pero éste, enterado de ello, expulsó a Saturno y se apoderó de nuevo del reino. Saturno, tras haber sido expulsado y perseguido por toda la tierra por soldados armados que Júpiter había enviado para prenderlo y matarlo, con gran dificultad encontró en Italia un lugar donde esconderse.
Un águila se le posó en la cabeza, presagiándole que el reino sería suyo. Luego Pan le llevó a un monte que se llama columna de Cielo. Cuando subió hasta la cumbre contempló la tierra en toda su extensión y allí en el mismo monte erigió un altar a Cielo, siendo el mismo Júpiter el primero en ofrecerle sacrificios. En este lugar elevó sus ojos hacia lo que ahora nosotros llamamos cielo y que se encuentra por encima del mundo, y a lo que se le llamaba aire le puso el nombre de cielo por el nombre de su abuelo ... Entonces Júpiter concedió a Neptuno el dominio del mar y el dominio de todas las islas y de cuantos lugares se encontraban cerca del mar. Pasaba Júpiter a la sazón la mayor parte de su vida en el monte Olimpo, adonde venían en demanda de justicia quienes se encontraban envueltos en algún pleito. Del mismo modo, si alguien encontraba algo nuevo que fuera de utilidad para la vida humana, solía ir allí y se lo hacía saber a Júpiter. Saturno, Ops y los demás hombres solían comer carne humana; pero fue el propio Júpiter el primero en dictar una ley a los hombres que prohibía dicha costumbre y así ya no se permitió alimentarse de tal comida. Así, cuando recorría las tierras, fuese el que fuese el lugar al  que llegara, establecía vínculos de amistad y hospitalidad con los príncipes y reyes de los pueblos y, cuando se despedía de algún sitio, para que perdurase el recuerdo de su amistad y alianza hacía que sus huéspedes erigieran un templo en su nombre. Fue de este modo como se levantaron los templos a Júpiter Ataburio, a Júpiter Labriandio, pues Atáburo y Labriando fueron huéspedes suyos y aliados en la guerra; del mismo modo a Júpiter Laprio, a Júpiter Molión, a Júpiter Casio y otros que fueron erigidos del mismo modo. Y esto lo maquinó tan astutamente que logró que sus huéspedes honraran su nombre con honores divinos, formando de este modo un culto religioso a su persona. Complacíanle, pues, y por orden suya y de buen grado satisfacían sus deseos, llegando a celebrar ritos y fiestas en su nombre todos los años ... De esta manera Júpiter extendió por todo el orbe de la tierra el culto a su religión y dio ejemplo que imitar a los demás.
Júpiter, después que recorrió cinco veces la tierra, repartió entre todos sus amigos y parientes el poder, dejó a los hombres sus leyes y costumbres, les deparó alimentos y, realizando otras muchas cosas buenas, cubierto de inmortal gloria y recordado por todos, dejó a los suyos monumentos.
Llegado el término de su vida en Creta, se marchó a vivir con los dioses, y los Curetes, sus hijos, le cuidaron y le honraron; su sepulcro se encuentra en Creta, en la ciudad de Cnoso, que, según se dice, había fundado Vesta; en su sepulcro se encuentra escrito con antiguos caracteres griegos ZAN KPONOY, es decir, en latín, Júpiter hijo de Saturno." Ennio, Fr. 54 (Evemero = traducción latina de la obra Historia Sagrada (             ) de Evemero) trad. M. Moreno Segura (Alma Mater 1984)



Página confeccionada por F. Diez de Velasco