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HISTORIA DE LAS RELIGIONES
Tutorial de la asignatura, preparado por Francisco DIEZ DE VELASCO FACULTAD DE GEOGRAFÍA E HISTORIA UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA |
Documentación:
Visualización de Huicholes, documental de Luis Pancorbo, de la serie Otros Pueblos, TVE, 1981. Describe la primera visita de un equipo de televisión al pueblo de Santa Bárbara (Nayarit, México), algunos de los rituales, ceremonias y actividades desarrolladas fueron realizados ex-profeso para su filmación.
Revisión de muestras de arte huichol:
1) De finales del siglo pasado (tomadas especialmente
de la obra de Carl Lumholtz, El arte simbólico y decorativo de
los huicholes, Instituto Nacional Indigenista, México, 1986
(original, 1898), muy interesante por ofrecernos un universo cultural hoy
muy mutado)
2) De artistas actuales (en particular de Miguel
Carrillo Montoya, huichol de Santa Catarina, Jalisco, México, que
realizó una exposición en 1992 en el Museo de Historia-Casa
Lercaro de La Laguna; catálogo: Nierika. El realismo Mítico
Huichol, La Laguna, 1992).
3) Imágenes de las salas sobre cultura huichola
del Museo Nacional de Antropología de México.
Este material es fruto de la ayuda, críticas, lecturas recomendadas y sugerencias de la Dra. Ingrid Geist (de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, México), aquí expreso mi deuda de gratitud y de recuerdo a su memoria.
Como documentación de base se puede también usar los textos
generales de presentación sobre los huicholes del servidor web de
la presidencia del gobierno de México:
-Huicholes (34 páginas), realizado por Johannes Neurath
y ubicado en la dirección: http://www.cdi.gob.mx/index.php?option=com_docman&task=cat_view&gid=16&dir=ASC&order=name&Itemid=24&limit=5&limitstar
o si no consigue descargarlo, puede acceder pulsando
aquí
-Huicholes (7 páginas) realizado por Ari Rajsbaum Gorodezki
y ubicado en la dirección: http://indigenas.presidencia.gob.mx/programa/versionpdf/Huicholes.pdf
o si no consigue descargarlo, puede acceder pulsando
aquí.
Ofrenda a Tau (Miguel Carrillo)
La ceremonia del Marakame (Miguel Carrillo)
La peregrinación a Viricota
(Miguel Carrillo)
1) Finalidad principal: introducir una reflexión sobre la diversidad
en la percepción grupal de la(s) realidad(es) y la valoración
los universos extáticos y los diversos estados de conciencia. Se
reflexionará sobre el uso sagrado de sustancias psicodélicas
y otras técnicas de inducción al trance y sobre los universos
simbólicos y religiosos que diferentes culturas construyen como
consecuencia de los estados alterados de conciencia que se generan por
diversas vías.
Se tomará como ejemplo a los huicholes (wixarika) de
México.
2) Elementos a tener en cuenta a la hora de comenzar el visionado del
documental:
- el papel del mara'akame huichol
- la importancia del hikuri (peyote)
- los valores identificatorios de la experiencia visionaria (religión,
arte, etc.)
- las mutaciones surgidas del contacto y del cambio
- la experiencia del sacrificio cruento
- el contexto de la fiesta, los valores sagrados de la música,
el baile, la gestualidad, el adorno, las pinturas faciales
- la cohesión social entre los huicholes (lo político,
lo religioso se entremezclan)
La percusión (Museo Nacional
de Antropología, México y foto de Lumholtz), clave en la
fiesta del tambor (tateineixa)
4) Potenciar las reflexiones generales sobre la aculturación y la destrucción cultural (el progreso puede permitir, por ejemplo, que la mortalidad infantil entre los huicholes descienda, pero puede mutar la identidad cultural huichola y los valores tradicionales de la sanación huichola). Reflexiones sobre la cristianización y la pervivencia de formas religiosas indígenas, sobre el difícil equilibrio entre modernidad y tradición, identidad y globalización. Reflexiones sobre el dinamismo del concepto de identidad (y en general sobre "el costumbre" como llaman los huicholes a los modos de actuar y pensar que los identifican) y sus mutaciones (el espejismo de las identidades eternas y las "unidades de destino en lo universal").
1) Caracteristicas generales
- los huicholes viven en la Sierra Madre Occidental de México, principalmente en los estados de Nayarit y Jalisco (enclaves en Durango y Zacatecas), en terrenos escarpados que les han protegido en alguna medida de las influencias extranjeras y aculturadoras (conquistadores -que comienzan la penetración en 1722-, evangelizadores, mexicanos mestizos en busca de tierras, carreteras y modernidad: los modernos conquistadores), aunque las tierras mejores las han perdido (y siguen perdiendo a pesar de contraejemplos) a manos de los mestizos mexicanos desde el siglo XIX. De todos modos los orígenes históricos de los huicholes no están bien establecidos y la zona escarpada donde se localizan fue zona de refugio de gentes muy diversas que huían del control español.
-a finales del XIX eran 5500 (en los datos de Lumholtz), en la actualidad serían unos 8.000 los menos aculturados que siguen de modo claro el costumbre; teniendo en cuenta los que se encuentran en diversos grados del proceso de mestizaje (algunos ya no viven en comunidades huicholas sino en ciudades y son difíciles de contabilizar como tales) deben sumar algo más de 20.000 (estadísticas: 11978 en Nayarit; 10305 en Jalisco y 1486 en Durango). Los menos aculturados siguen prefiriendo vivir en rancherías (en células familiares nucleares o extensas, también poligínicas) en la sierra (siguen el modelo de habitat disperso que permite la explotación de tierras a las que no se accedería con un sistema diferente, con poblamiento centrado en aldeas) y se juntan en las aldeas y pueblos para las fiestas y grandes ceremonias o para cumplir los cargos comunitarios obligatorios (aunque se han dado casos de renuncias a los mismos); quizá la opción por el habitat disperso además de funciones ecológicas tenga otras de resistencia cultural (frente a la reducción en aldeas donde el control ideológico, político y militar foráneo es más fácil).
- su nombre tribal es wixarikas (que prefieren a huicholes) o virarikas
(vishalikas en la pronunciación de San Andrés) que parece
querer decir curanderos, doctores (a fines del XIX dice Lumholtz que uno
de cada tres huicholes era curandero, hoy en día uno de cada cuatro
parece o dice tener esa dedicación, que tanto atrae a turistas de
lo esotérico), el mara'akame (sanador, oficiante en los ritos, recitador
y cantor en las ceremonias) es clave junto con los ancianos (kawiteru)
en el mantenimiento del universo simbólico y la identidad grupal
(son claves en el mantenimiento del costumbre, de ahí que puedan
expresarse dudas sobre la cualidad de mara'akame de quien no cumpla el
costumbre y por ejemplo viva fuera de las comunidades huicholas que lo
cumplen).
arriba: Museo Nacional de Antropología, México mara'akame y sus utensilios; izquierda: mara'akame oficiando o en plena búsqueda extática (Ramón Medina) |
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2) El territorio sagrado huichol (según los datos de Carl Lumholtz, fines del XIX)
-Este: Santa Catarina (Toapuli), con el templo principal de Tatevali
-Sudeste: San Sebastián (Wautega) con el templo de Tatotsi Mara
Kwari
-Oeste: San Andrés (Tateiki) dedicada a Tayau
-Noroeste: zona mexicanizada, perdida para los huicholes, templo en
ruinas de Tamats Palike Tomayeke
Aunque hay templos en las aldeas (los tradicionales circulares orientada
la puerta al oriente, con nichos para los objetos simbólicos de
los Dioses -discos, escudos, flechas y otros-) los lugares principales
donde moran los Dioses son naturales (montañas, cuevas).
Pero las peregrinaciones y la memoria colectiva ilustran una percepción
simbólica del territorio que desborda la zona de la sierra huichola.
Se peregrina a Wirikuta (en San Luis Potosí) a por hikuri (como
costumbre-obligación del cargo en el tukipa) y a San Blas (en la
costa de Nayarit) a por agua sagrada de Aramara, Diosa del mar.
![]() Disco de Tau, con los cinco soles (cinco fases solares, cenit y los puntos cardinales) de Lumholtz |
El cinco es un número
principal en la simbología y cosmología de los huicholes
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![]() Disco del Abuelo Fuego con los puntos cardinales; centro: venado; N:águila real (vista de frente);S:halcón; O:colinas y valles; E:plumas del águila real (de Lumholtz) |
Alacranes entre los cinco puntos. Museo Nacional de Antropología, México (el alacrán es la manifestación del Dios Paritsika)
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La matriz de la Tierra (José Benitez Sánchez). La ordenación en cinco partes caracteriza también al cosmos imaginario previo a la creación del espacio habitable para los seres humanos. |
Detalle de una visión del paso al más allá; las almas de los muertos alrededor del sol en grupos de cinco (Elijio Carrillo)
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3) El alimento entre los huicholes
1) El venado: el venado es pieza clave en su universo simbólico
(lo que ilustra la importancia de la caza, aunque resulta hipotético
plantear el momento en que eran cazadores-recolectores y pasaron a agricultores,
una de las etimologías de huicholes derivaría de huitcharika
= agricultor). La depredación sobre los venados (fundamentales como
animales sacrificiales en muchas fiestas huicholas que sin su presencia
no podrían desarrollarse) está llevando a su desaparición
(aunque la caza del venado sigue pautas que marcan los mara'akames y se
hace en contexto ritual y pueden usarse técnicas para predecir cómo
ha de desarrollarse la caza -por medio de sueños-).
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La trama sagrada (Juan Ríos Martínez) |
La peregrinación a Viricota (detalle del altar del venado) (Miguel Carrillo) |
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ejemplos de representaciones del Museo Nacional de Antropología (México) |
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El corazón entre los cuernos (el venado como sacrificio) |
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2) El híkuri: el hikuri (peyote) es otra pieza clave,
venado e hikuri se identifican y se divinizan (se flecha al hikuri como
si fuera un venado, texto 1). Van a buscarlo en una peregrinación
larga y compleja a Viricuta
vasija prehispanica con botones
de peyote (Teuchitlán, Jalisco) MNA
Flechando el hikuri (de Lumholtz)
Huichol flechando. Museo Nacional
de Antropología, México
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arriba: arco y flechas. Museo Nacional de Antropología, México / Imagen divina entre flechas (detalle de Lumholtz) izquierda: huichol con arco foto de finales del siglo XIX, aparece también como mara'akame principal en las fotos de Lumholtz |
3) Maíz, frijol y calabaza: el maíz (iku) es fundamental en su dieta, son agricultores de coamil (de roza, tumba y quema, siembran con coa -palo-, se trata de un sistema que tiende a esquilmar y erosionar los suelos), no usan arado por lo escarpado de la zona a la que han quedado relegados (salvo entre los que están aceptando los sistemas agrícolas modernos). Divinizan al maíz. Son fundamentales también el frijol (mume) y la calabaza (rutzi), son los tres productos agrícolas que explotan de modo tradicional. Las políticas gubernamentales están modificando en parte los modelos ancestrales de cultivo.
4) Teología huichol
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Hay muchos Dioses que moran en las colinas, los manantiales, las lagunas...
los más destacados del panteón (kakaullarishe) serían:
- Takutsi Nakawe: "Abuela Crecimiento", madre de Tatewari y de los
Dioses, Señora de la tierra, vive en el inframundo, produce el crecimiento,
presenta diversas manifestaciones:
- Tate Oteganaka: Diosa del maíz
- Yurienaka: Madre Tierra
- Tatewari: "Nuestro Abuelo" Fuego, Dios de la vida y la salud, Dios
de los mara'akames y a su vez profeta y mara'akame
- Tatutsi (Tatutsi Mara Kwari), segundo Dios del fuego y Dios del venado
(animal sagrado principal de los huicholes y pieza de caza principal) es
"Nuestro Bisabuelo Cola de Venado", el chamán cantor
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Imagen y disco del
Bisabuelo Cola de Venado, copia de los del emplazamiento sacro de Te'akata (entre Santa Catarina y San Andrés), realizados para Lumholtz; en el disco se representa a un halcón de cola blanca (la doble cabeza es un recurso para figurar que el ave está abierta desde el corazón) |
- Tau (o Tayau): "Nuestro Padre" Sol
- Tamatsi Palike Tomayeke: "Nuestro Hermano Mayor que Camina por Todas
Partes" Dios Viento, del peyote (hikuri) y del Venado. Mensajero entre
el chamán y los otros Dioses
- Tamatsi Kauyumarie: Dios que formó el mundo (con sus cinco
esquinas) luchando con los seres inframundanos
- Tatei Naaliwami: Madre Agua del Este, bajo la forma de una serpiente
roja (relámpago), la lluvia y las flores son sus pertenencias
- Tatei Kyewimoka: Madre Agua del Oeste, serpiente blanca, lluvia del
oeste
- Tatei Rapawiyema: Madre Agua del Sur, serpiente azul, lluvia del
sur, laguna de la Magdalena
- Tatei Hautse Küpuri: Madre Agua del Norte, serpiente negra algodonada
(como nubes)
- Tatei Velika Uimali: Madre Joven Águila, es el cénit,
las estrellas son su vestido
- Tikakame: Dios de la muerte
![]() Máscara (Miguel Carrillo). La boca es el corazón abierto del águila |
Águilas y serpientes
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-hay que tener en cuenta los cambios religiosos (pero también culturales, políticos, económicos, etc.) que se producen y se han producido entre los huicholes, y en particular el impacto de la cristianización, con la acción de la órden franciscana desde la década de 1720 a la independencia, interrumpida desde la década de 1810 hasta 1848 y de nuevo mitigada en la época de disturbios desde 1910 a mediados del siglo. La evangelización ha sido intermitente, poco coercitiva por falta de medios y poco aceptada, ha llevado al mantenimiento casi sin aculturación cristiana en diversos lugares de la religión ancestral. Pero la acción misionera ha sido fundamental en la consolidación por parte de los huicholes de las estructuras de gobierno propias (por tanto parte del costumbre huichol es foránea, aunque el sistema de gobierno debió de idearse para conseguir ahondar en un control progresivo y no violento de un modo que se adaptó a la identidad huichola, y que justamente por causa de las interrupciones de la acción misionera, no alcanzó sus objetivos finales de total cristianización y destrucción religiosa y cultural). En cualquier caso es notable el empleo de símbolos, espacios físicos cristianos redefinidos (por ejemplo el uso de la iglesia en ceremonias diversas a las cristianas o los modos particulares de entender una festividad como la Semana Santa). Resulta muy significativo que el control sobre las iglesias católicas (teyupani) y sobre los encargados de servicio de las mismas los ejerzan los cargos religiosos no cristianos de los templos-centros ceremoniales (tuki-tukipa) huicholes ancestrales (el número de encargados de los tukipa supera la treintena y se escogen por cinco años: véase texto 7). La acción misionera prosigue en la actualidad con el impacto no sólo de misioneros (y ONG's) de origen católico sino también (y con un ímpetu reforzado) de grupos cristianos evangélicos; véase, por ejemplo, la perspectiva del colectivo COMIMEX (Cooperación misionera de México) y su intento de alcanzar a la totalidad de los grupos étnicos de México (dicen que no lo han hecho con uno de los tres grupos huicholes) en http://www.comimex.org/index.html o http://www.comimex.org/etnias/grupos.htm (el impacto de estos grupos sobre la religión ancestral es muy desestructurador puesto que se caracterizan por un rechazo de cualquier sincretismo).
5) Ceremonias importantes (tomado principalmente de Ingrid Geist)
No son idénticas en todo el territorio huichol en las fechas
ni se cumplen en todas partes de la misma manera (lo que indica que en
el costumbre caben transformaciones locales), forman parte de un sistema
simbólico en el que se incluyen también ritos de paso (texto
5):
-temporada seca (octubre a mayo):
-tateineixa ("danza de Nuestra Madre" fiesta del
tambor) en octubre: fiesta de acción de gracias por las cosechas,
se organizan los grupos de peyoteros para la peregrinación a Wirikuta
(Real de Catorce en San Luís Potosí) que se realiza en invierno,
viajan al este (al altiplano) en grupos de dos a doce miembros (designados
por el consejo, ayunan y rezan durante todo el trayecto, viajan en fila
india) durante 43 días (17 de ida, 3 de estancia y 23 de vuelta,
en los datos de Lumholtz, en la actualidad dura en torno a dos semanas).
El peyote seco se usa para las fiestas del peyote y del esquite (tras cacería
de venados), durante todo el proceso (que dura hasta 4 meses) hay abstinencia
sexual (caso contrario dicen que el peyote provoca violencia e instintos
asesinos).
-cambio de varas (del gobierno civil) en enero;
se toma posesión de los cargos (que son obligatorios -aunque algunos
los rechazan o los huyen- y han sido designados -soñados por los
kawiteru- en tateineixa), se hace en el tukipa del pueblo.
-semana santa sincrética con sacrificio
de un toro y cantos de los mara'akames
-hikurineixa ("danza del hikuri", fiesta del peyote,
que se describe en el documental de Luis Pancorbo) en mayo
-temporada húmeda
-fiesta del esquite (rarikira) en junio, preparación
ritual (bendición) a la siembra del maíz, se usa sangre de
venado y de toro para fortalecer el maíz y la Madre Tierra. La ceremonia
de la siembra del maíz es en julio.
-ceremonia de la lluvia (mawarixa) para propiciar
las lluvias en septiembre.
LA PEREGRINACÓN A WIRIKUTA
(las fotos en blanco y negro están tomadas de Lumholtz, la foto en color es actual) |
6) La importancia de las representaciones figuradas huicholes
La artesanía (siempre teniendo en cuenta los valores etnocéntricos de la palabra, otros lo llaman arte) ha cobrado fuerza como fuente de recursos, tenía en el pasado una función ceremonial y ritual (para producir objetos para el culto de los Dioses: texto 6) pero desde los años 60 se ha generado un notable interés por el arte huichol y han surgido artistas (no resulta menos etnocéntrica esta denominación) que producen cuadros para la venta (en madera encerada sobre la que se dibuja con hilo de algodón de colores), sus obras se cotizan bien y se comercializan incluso por internet, exponen en diversas partes del mundo (por ejemplo Miguel Carrillo lo hizo en La Laguna) y existen coleccionistas e intermediarios que desarrollan una labor de difusión y puesta en relieve, aunque se puede decir que se está produciendo una cosificación tesaurizadora del arte huichol por la vía pseudo-simbólica de la new age, dados los particulares y atractivos valores visionarios para cierto tipo de público con poder económico de muchas de las composiciones huicholas. Algunos de estos artistas que han entrado en el circuito económico new age (lo mismo que algunos mara'akames o pseudo-mara'akames surgidos al amparo del turismo esotérico-enteogénico: texto 3) ya no viven en comunidades huicholas ni cumplen con el costumbre (los modos tradicionales de organizar la vida).
El uso de la chaquira (ejemplos del MNA)
Platos y discos huicholes actuales
(Museo Nacional de Antropología, México), comparados con
la representación de un disco del Abuelo Fuego realizado para Lumholtz
en el siglo XIX (las recopilaciones de Lumholtz -para quien sus informantes
realizaban trabajos ex-profeso con mayor colorido y motivos más
vivos y complejos que en los originales en algunos casos-, posee un valor
modélico incluso para algunos artistas huicholes actuales, lo que
ilustra la complejidad de los discutibles valores de autenticidad que se
barajan en el mercado de la artesanía y el arte actuales; hay que
añadir la politización de los mismos con la creación
de ferias de la mexicanidad desde 1988 y el impacto de los modos new
age de comercializar productos del trance)
TEXTOS
1) de Carl Lumholtz (finales del XIX)
"Hace mucho tiempo, cuando los antepasados de los huicholes llegaron
por primera vez al lugar donde crece el hikuli, vieron un venado y le permitieron
que diera cinco pasos, luego desapareció. Cuando se acercaron a
las pisadas descubrieron que cada una era un híkuli. En total eran
cinco, uno por cada huella. Dispararon flechas a cada híkuli, sin
lastimarlo, dos encima de cada uno, de tal manera que la parte posterior
de cada una de las flechas señalaba al este y la otra hacia el oeste.
En el lugar en el que desapareció el venado se encontró un
híkuli de gran tamaño, al que se llamó Pali o Wapali.
Después de un tiempo, sacaron sus flechas y las guardaron en sus
carcajs. Dejaron únicamente las que clavaron sobre el híkuli
mayor, así se lo había ordenado el Bisabuelo Cola de Venado.
Después se sentaron y comieron híkuli" (C. Lumholtz, El
arte simbólico y decorativo de los huicholes, México,
1986 (original, 1898), páginas 44-45)
"Una vez que se llega al lugar, aun antes de descargar y acomodar a
las mulas, los hombres se forman en línea y cada uno coloca una
flecha en su arco, tensando la cuerda como para disparar, apuntando primero
hacia el sol (al este), luego a cada lado; después hacia atrás,
hacia arriba y finalmente hacia abajo, sin soltar la flecha. El capitán
dice: "Allá está el venado, parado en el primer altar (el
desierto)", pero él es el único que puede verlo. Luego marchan
hacia adelante con los arcos todavía tensos, apuntando al frente;
el capitán y otros tres hombres dirigen el avance. Si cualquiera
de ellos ve un híkuli le dispara sin hacer blanco, clava una flecha
al costado derecho del híkuli y otra a la izquierda, en la parte
superior de la planta. De esta manera, cada uno dispara a cinco híkulis,
sin detenerse para recoger las flechas. Suben a la primera mesa en la cual
el capitán vió el venado. Una vez allí todos hacen
el ceremonial y ven al animal con apariencia de remolino, después
desaparece dejando tras de sí dos híkulis, uno apuntando
hacia el norte y el otro hacia el sur. En este lugar dejan cuencos votivos,
flechas, escudos, flores de papel y cuentas de vidrio como ofrendas para
la salud, y hablan, como es costumbre, hacia los cinco puntos del universo.
También piden a los híkulis, que en otra época fueron
personas, que no los enloquezcan. Una vez concluida la ceremonia, se da
la señal para retornar a recoger los híkulis contra los que
dispararon, así como las flechas, las cuales encuentran cubiertas
de rocío. Cada hombre recoge cuidadosamente sus cinco híkulis
y retornan nuevamente al altar en que depositaron sus ofrendas. Allí
comparten el híkuli, lo comen con placer, como si fuera una fruta;
una vez que terminaron se les aparece el mismo venado que vio el capitán.
En esta ocasión todos pueden verlo ya que están bajo los
efectos de la planta o como dijo mi informante "todos están borrachos""
(Lumholtz, id. páginas 45-46)
2) Percepciones diferentes, arrepentimiento y trance, testimonios recogidos por Ingrid Geist (datos de 1989)
"Al abordar el simbolismo, pues, no podemos eludir el problema de la
subjetividad aunque poco podamos explicar al respecto. Es en este sentido
que quisiera cerrar este ensayo con el breve relato de otra experiencia
etnográfica, en la cual se sobrelapan tres realidades y se borran
los límites entre vigilia y sueño. Ningún juicio puede
ser formulado. Me refiero a la fiesta de recepción de los peyoteros
que regresan de Wirikuta observada en octubre 1989. Durante la ceremonia
de las confesiones públicas en el tukipa, un topil (funcionario
que actúa de mensajero y policía), que se conoce en la comunidad
por el cumplimiento negligente de su cargo, se somete al ritual. Confiesa
algunos robos y sus relaciones sexuales ilícitas. El mara'akame
le ofrece agua sagrada y peyote. El topil ingiere el peyote e irrumpe en
una explosión de emociones violentas. Ataca a dos tewaris, manifiesta
su envidia contra los huicholes que se caracterizan por ser ricos y tener
varias mujeres. Desde mi perspectiva de un conocimiento general de los
procesos de aculturación y las luchas sociales, veo a un hombre
abrumado por el conflicto del choque cultural, donde el conflicto se interiorizado
y forma parte integral de ese hombre. En el ritual de confesión
pública ante el fuego, el hombre quema sus sentimientos de culpa
y se purifica en la exteriorización del conflicto. Pero el contenido
cambia sustancialmente cuando una mujer huichol relata el acontecimiento.
Narra que el topil se arrepintió. Comió peyote, dejó
su cuerpo y viajó a Wirikuta. Vio un muerto (nota 28: en la mañana,
efectivamente, llega la noticia al tukipa que murió un hombre; se
apuntó con su rifle, antes del alba) en su camino y describió
las laderas de Santa Catarina. Viajó hacia la salida del sol y de
repente exclamó que ya salió el sol. En ese momento el topil
y la mujer miraron hacia oriente y vieron entrar del sol por la puerta
del tukipa. Al hombro izquierdo de la mujer aparece una jícara pequeña,
en la cual hay un pequeño peyote muy florido y en el fondo agua.
La mujer quiere tomar el agua, pero... despertó"
( I. Geist "Simbolismo puesto de cabeza: apuntes para la ritualidad
huichol" La palabra y el hombre, 91,1994,135-150 tomado de la página
150)
3) Del supuesto cibermara'akame huichol José Matsuwa (ilustra el uso new age actual del chamanismo pseudohuichol)
"Si desean aprender el camino del chamán, el Fuego se los enseñará,
el Fuego, nuestro abuelo. Deben escucharlo, porque el fuego habla y el
fuego enseña. En el día se aprende del Sol. El Sol los instruirá,
el Sol, Nuestro Padre. La mejor forma de hacerlo es con el hicuri, (el
peyote) de ahi sale el pequeño aliado, que es el esirítu
del
venado "Káuyumari", él les comunica lo que deben aprender,
surge como un espejo y les comunica lo que deben hacer".
"El Fuego (Tatewarí), el Sol (Tayaupá) y Wirikúta
(la tierra sagrada del peyote) pueden trasmitirles la visión (Nierika).
El chaman tambien puede trasmitirles la Nierika, pero no deben olvidar
a los Dioses. Son ellos quienes abren el corazón a la belleza de
la Nierika"."El amor a los Dioses - el Sol, el Fuego y las Aguas- es lo
que produce la Nierika". José Matsuwa, en http://www.oocities.com/soho/Bistro/3256/huichol/nierika1.html
El mundo simbólico del éxtasis
en varios ejemplos del Museo Nacional de Antropología, México
4) Wirikuta
"Wirikuta es un típico desierto de Chihuahua, con una altitud promedio de 1700 metros, cubierto con arbustos de creosota, mezquite, yuca, agave y muchas otras variedades de cactos. No se hace ningún favor a los huicholes al señalar con exactitud la ubicación exacta y sólo diré que empalma más o menos con la vieja zona minera de Real del Catorce en el noroeste de San Luís Potosí. Un grupo de trabajadores ferroviarios que se encontraba muy cerca de las montañas sagradas nos dijo que el año anterior un grupo de jóvenes habían levantado tiendas de campaña en las cercanías y habían vivido allí durante varias semanas, cosechando y comiendo peyote. Estas noticias perturbaron grandemente a Ramón (el guía de la expedición), porque el cacto crece lentamente y tal consumo masivo por parte de no-indígenas acabaría teniendo serias consecuencias en el éxito de futuras cacerías del peyote y para ellos el pequeño cacto es, literalmente, "la fuente de la vida"". (Peter T. Furst, Alucinógenos y cultura, México, FCE, 1980 (San Francisco, 1976), página 216).
"Lo que ahora deseo es hacer patente al Presidente de la República... la gratitud de la comunidad huichola y de los mestizos que estamos tratando de ayudarlos... por... la obtención de un oficio en el que... se ordena a las autoridades competentes, que los huicholes sean respetados y transiten acarreando su cacto sagrado, para ser utilizado en los ritos y ceremonias de su ancestral cultura. Este documento fue vital para el feliz arribo de los huicholes desde Wirikuta (Real de Catorce, San Luís Potosí) hasta San Andrés Cohamiata, Jalisco. Recorrido durante el que fuimos detenidos para inspección en seis ocasiones, tanto por miembros del ejército como de la Policía de Narcóticos y de la Policía Judicial; recibimos un trato amable y quienes ya estaban enterados de la existencia del oficio para protección de los huicholes, nos comentarion que solamente estaban en busca de aquellos que no son huicholes y se acercan a Real de Catorce a buscar el peyote por sus efectos alucinógenos. Contra ellos puede recaer una pena de hasta 30 años de prisión y materialmente resultaría inútil tratar de evadir los retenes y los cercos de la ... vigilancia oficial, con que cuenta México para combatir la drogadicción y el tráfico de drogas".(Víctor Blanco Labra, El venado azul, México, 1990, páginas 291-292)
Canción del peyote recogida por Furst:
"Qué lindas colinas, qué lindas colinas / tan verdes
donde nos encontramos./ Ahora ni siquiera siento, / ahora ni siquiera
siento, ahora ni siquiera siento que voy a mi rancho. / Porque allá
en mi rancho, es tan feo / tan horriblemente feo allá en mi rancho,
/ y aquí en Wirikuta tan verde, tan verde. / Y comer cómodamente
lo que uno quiere, / entre las flores (el peyote), tan lindas. / No hay
nada más que flores aquí, / lindas flores, con colores brillantes
/ tan lindas, tan lindas. / Y comer hasta llenarse de todo, / todo tan
pleno aquí, tan lleno de comida. / Las colinas son lindas para caminar,
/ para gritar y reír, / tan cómodas como uno desea, / y estar
junto a los compañeros de uno. / No lloren, hermanos, no lloren.
/ Porque vinimos a gozar, / llegamos por esta jornada, / para encontrar
nuestra vida. / Porque todos somos, / todos somos, / todos somos hijos
de, / todos somos hijos de / una brillante y colorida flor, / una flor
llameante. / Y no hay nadie, / no hay nadie, / que lamente lo que somos"
(Peter T. Furst, Alucinógenos y cultura, México, FCE,
1980 (San Francisco, 1976), páginas 234-235).
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Wirikuta real e imaginario
Peregrinación del hikuri y cerro de Wirikuta en fotografías actuales y en detalles de la obra La peregrinación a Viricota de Miguel Carrillo |
5) Las ceremonias del ciclo vital huichol según Ingrid Geist
"El ciclo vital en la ritualidad huichola comprende ceremonias de petición de fertilidad, un bautizo doble, una secuencia de ceremonias para atravesar la fase crítica de la infancia, curaciones chamánicas en el caso de una enfermedad que exige el sacrificio de un animal como ofrenda a los dioses; y ceremonias mortuorias.El bautizo es doble, en tanto que los abuelos maternos y paternos por separado someten al recién nacido a la ceremonia. El agua que se emplea es extraída de las fuentes sagradas y conecta entonces al infante con el territorio ritual huichol y con los antepasados petrificados (los dioses convertidos en rocas). Esta peregrinación en busca del agua sagrada se repite como manda que se cumple después de una enfermedad, cuando las familias van a las cuevas para ofrendar la sangre del animal sacrificado y recoger a cambio el agua para renovar el bautizo. En el bautizo el niño es presentado ante el antepasado petrificado, de cuya fuente se origina el agua, donde parece que se establece una especie de genealogía: en el lugar donde se solicitó la fertilidad, preferentemente, se recoge el agua para el bautizo porque allí la madre ya está reconocida.Existe entre los un huicholes una asociación entre el niño y el maíz que se expresa, por ejemplo, en el diagnóstico del embarazo de la mujer: las curanderas, que ven a una mujer que sufre náuseas y vómitos, cada una le saca del ombligo un grano de maíz germinado. El maíz y el niño se desarrollan en cinco etapas, hasta llegar a la maduración que hace posible la cosecha, respectivamente, luego de haber atravesado el tiempo crítico de la infancia y estar en condiciones de irse convirtiendo en un miembro útil de la comunidad.Las cinco fases de crecimiento del maíz son yirama cuando nace la milpa, miayema, cuando salen las espigas, xilaima, cuando empiezan a crecer los elotes, kipaima, cuando aparece el cabello del elote y tikima, cuando el cabello del elote se marchita. El niño tiene que presentarse cinco veces en la fiesta del tambor, a lo largo de sus primeros cinco años de vida. En cada fiesta, la madre le hace un tsikiri (vara con rombos de estambre) al hijo, que primero sólo lleva un rombo de estambre y aumenta en uno cada año, hasta completar cinco rombos en la última fiesta, cuando el niño se despide ritualmente de sus compañeros y recibe las primeras instrucciones de un mara'akame (sacerdote, cantador y curandero), quien le habla sobre el deber de cumplir con el costumbre.El número cinco vuelve a aparecer en el ritual mortuorio, ya que es después de cinco días de enterrado el muerto que se realiza esta ceremonia, en la cual se retira el iyari y, el alma del muerto, después de haber integrado los hechos de la vida en una narración coherente que muestra la secuencia lógica que condujo a la muerte. A través de la narración, la muerte adquiere sentido, el cual no se fundamenta en una lógica de los hechos, sino en una lógica narrativa, que se ancla en la tensión entre el deber para con los dioses o antepasados, el cumplimiento de el costumbre o una actitud negligente ante el mismo.La ceremonia se desarrolla cinco días después del entierro, el cual se realiza actualmente en el panteón de la cabecera de ceremonial, aunque hay ancianos que les han dado instrucciones a sus parientes, para enterrarlos en la forma tradicional, en una cueva, al igual que los dioses o antepasados que se han convertido en rocas y que se alimentan con la sangre que los peregrinos rocían sobre ellos" (I. Geist "La configuración espacio-temporal de la ritualidad huichola" C. Martínez Assad (coord.), Religiosidad y política en México, México, 1992, 331-341, tomado de las páginas 332-333).
"El ciclo vital de los huicholes, aparte del bautizo y de los ritos funerarios, se caracteriza por un gran número de ritos de aflicción en cuyo centro se encuentra el sacrificio de un animal cuya sangre hay que llevar con los antepasados. La enfermedad se considera expresión de una deuda ritual contraída por faltas en la conducta, que surgen de las contradicciones entre los diferentes sistemas de saber y de poder: las necesidades económicas y las imposiciones institucionales frente al deber tradicional que queda sin cumplir. La deuda ritual se salda por medio de la peregrinación que aparentemente es el andar a través del espacio delimitado por los lugares sagrados de la geografía ritual y en el tiempo delimitado por la duración de la peregrinación. Sin embargo, cada ofrenda que el peregrino deja es un encuentro con los antepasados. El viaje en el espacio equivale a un viaje en el tiempo, ya que el tiempo está fijado en el espacio. (I. Geist "Espacialización del tiempo como categoría de análisis en el estudio de contextos rituales" Cuicuilco, Revista de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, 2,6, 1996, 87-101, tomado de la página 92).
El bautizo (Miguel Carrillo) /
La transformación del dios petrificado (Guadalupe González
Ríos)
Visiones de la muerte (izquierda:
el árbol de penes y vaginas donde se deshumaniza el muerto para
pasar a convertirse en antepasado benéfico, Elijio Carrillo)
6) El papel tradicional de la artesanía entre los huicholes actuales según José de Jesús Torres
"Creo que aquí hay dos cuestiones importantes respecto de significado
de la artesanía entre los huicholes, la primera, es que "desde sus
antepasados" como ellos le llaman, fue para darles ofrenda a los dioses,
y por eso la sabiduría de las mujeres que hacen arte es porque los
dioses les han dado ese don. De ahí que el arte o la artesanía
que los hombres y las mujeres producen les ha dado fama a los huicholes,
porque no es un arte común ni y corriente sino que es algo que está
relacionado con lo místico, por eso en sus creaciones no hay artículos
o piezas que se parezcan. la segunda, es que todos sus dibujos se derivan
del mundo animal y vegetal, de objetos importantes en la economía
doméstica y la vida religiosa; por ese contacto con la naturaleza,
y por sus prácticas cultuales y productivas. Lo cual hace que a
través de ello reflejen dos lenguajes, uno formal y otro simbólico,
que se funden en en una sola imagen cargada de significados religiosos.
Todos estos conceptos forman parte de la identidad del pueblo huichol,
de la esencia del ser, del yo como persona, que hace tanto en lo práctico
como en la imaginación una manifestación derivada de la cosmología
religiosa...Las fajas o cintos que usan para de detenerse el calzón,
son también símbolos, consideradas como culebras de agua,
que constituyen en sí mismas oraciones para que llueva y se obtengan
todos los resultados de la lluvia: la vida y luego los frutos. En la celebración
de la semana Santa (Veiya), los cintos o fajas también son
usados para amarrar los palos de la caja-camilla que le hacen al Cristo.
Una persona de las encargadas de la organización de la ceremonia
es la que empieza a ir con cada uno de los asistentes en la ceremonia a
que le preste su cinto que traen puesto para atar los palos de la caja-camilla
del Cristo. Y ésta solamente con los cintos puede ser atada porque
dicen que los cintos son sagrados, es el símbolo de la culebra de
agua, y es la que protege por sus oraciones.Para cuando se van a hacer
las ceremonias ya se tienen fabricadas gran parte de las ofrendas o símbolos
para los dioses: ojos de dios (nota 29: un ojo es una cruz, hecha con tiras
de carrizo o paja entretejida en forma diagonal con estambre o hilo de
varios colores. El hilo se mueve alrededor de los palos, del centro hacia
afuera, un lado del cuadrado que era liso, mientras en el otro se ven las
varas. Para el huichol, el ojo es símbolo de poder y sirve para
ver y entender cosas desconocidas), flechas, jícaras y dibujos en
estas para pedir los deseos a los dioses...
La artesanía como simbolismo y como ofrenda tiene un gran significado
para los indígenas huicholes. Cosa que los mestizos no hemos apreciado
ni nos hemos dado cuenta de ello. Esto ha llevado al saqueo de ofrendas
de los lugares sagrados y al regateo en la compraventa de la artesanía
y además al acaparamiento y apropiación por parte de propios
y de algunos mestizos violando con ello patentes de autores huicholes sobre
todo en la confección de los cuadros" (J. de J. Torres, El hostigamiento
a "el costumbre" huichol, Guadalajara, 2000, 151-153).
7) La jerarquía en los templos huicholes (tukipa) según Ingrid Geist
"La jerarquía en el templo huichol comprende los siguientes cargos:
el tsauxirika es el funcionario que pide salud a los dioses y les
da de comer, y dirige los sacrificios de los animales. El tatari
es el ayudante del tsauxirika. El tatewari es el representante
del fuego, el paritsika el encargado de mantener el fuego vivo y
el que trae la leña. El irikuekame es el encargado de la
flecha mayor, el guía de todos los jicareros, los representantes
de los dioses. Su insignia es una cara de venado con astas, bules y sogas.
El itsiwariya funge como encargado de la vara del gobernador. El
nauxa
sirve de mensajero en el templo huichol y como guía en las peregrinaciones
a Wirikuta; el nauxa explica el origen de las costumbres, la aparición
de los dioses y su camino por las tinieblas. El xavexero es el violinista
y el kanaxero el guitarrista. La niwetsika es la mujer que
cuida la jícara de las mazorcas. Se trata de una jícara cuyo
interior luce un barniz y negro de aceite de chía y tierra, el cual
se asoma como franja por la orilla. La mujer guarda permanentemente una
mazorca en la jícara. En las fiestas, las esposas de los funcionarios
religiosos entregan una mazorca cada una y la depositan en este recipiente.
La hakeri es la niña encargada de las velas de los dioses.
Lavaba las manos a los asistentes de un sacrificio, antes del cantor nocturno
y es ella la que carga un morral con velas, las cuales después del
sacrificio se destinan como ofrendas a los distintos lugares sagrados.
Además hay un gran número de representantes de los diversos
dioses y diosas huicholes. Según algunos testimonios, el número
total de funcionarios por cada templo huichol asciende a 32. Entre el grupo
total de funcionarios del tukipa, se designan a los ancianos de
más prestigio que ocupan el cargo de kawiteru" (I. Geist
"Intercambios festivos entre los huicholes de San Andrés Cohamiata"
Dimensión
Antropológica, 4, 11, 1997, 51-68, texto de la nota 4).
Bibliografía sobre los huicholes
Sobre el arte huichol además de K. Lumholtz (que trabajó
en la zona entre 1895 y 1898): R. Zingg, Los huicholes, una tribu de
artistas, México, 1982 (or. 1938, hizo trabajo de campo entre
los huicholes desde 1933 a 1935); K. Berrin (ed.) Art of the Huichol
Indians, Los Angeles, 1978; A. Vizcaíno, Ofrenda huichol,
México, 1989; J. Negrín, El arte contemporáneo
de los huicholes, Guadalajara, 1977; J. Negrín, Nierika,
espejo entre dos mundos, México, 1986. Sobre la cultura huichola
y sus mutaciones recientes desde la perspectiva de analista del territorio
que ha hecho trabajo de campo en la zona de Santa Catarina desde 1991:
J.
de J. Torres, El hostigamiento a "el costumbre" huichol, Guadalajara,
2000. Perspectivas muy emic (en la línea de la busca de los psicodélicos
60)): M. Anguiano y P. Furst, La endoculturación entre los huicholes,
México, 1978 (; B. Myerhoff, Peyote Hunt, Nueva York, 1974.
Una revisión sucinta (con aparato fotográfico, tanto de Lumholz
como actual) en P. Ortiz Monesterio, Corazón de venado, México,
1992. Puntos de vista enriquecedores en: F. Báez Jorge "Kauyumali
y las vaginas dentadas (aproximación a la mitología huichol
desde la perspectiva de un héroe civilizatorio)" en Dioses, héroes
y demonios, México, 2002, pp. 115-139; y especialmente en los
"clásicos" del estudio antropológico de la zona: P.C. Weigand,
Ensayos
sobre el Gran Nayar. Entre coras, huicholes y tepehuanos, México,
1992 (realiza estudios en la zona desde los años 70); K.T. Preuss,
Fiesta,
literatura y magia en el Nayarit. Ensayos sobre coras, huicholes y mexicaneros,
México, 1998 (antropólogo alemán que realizó
trabajo de campo en la zona en los años 20); L. Diguet, Por tierras
occidentales. Entre sierras y barrancas, México, 1992 (edición
de J. Jáuregui y J. Meyer, Diguet trabajó en México
desde finales del XIX, murió en 1926); C. Lumholtz, El México
desconocido, 2 vols. México, 1986 (or. 1904); R. M. Zingg, La
mitología de los huicholes, Jalisco, 1998 (edición de
J.C. Fikes, Ph. Weigand y A. García de Weigand de los materiales
de los años 30). Más recientes: S. B. Schaefer, To think
with a Good Heart. Wixarika Women, Weavers, and Shamans, Salt Lake
City, 2002; o las investigaciones promovidas por el INAH de J. Neurath,
Las
fiestas de la casa grande: Ritual agrícola, iniciación y
cosmovisión en una comunidad wixarika, México, 2002 o
de de Arturo Gutiérrez del Ángel La peregrinación
a Wirikuta: el gran rito de paso de los huicholes, México, 2002;
y en especial los trabajos de I. Geist (que ha desarrollado trabajo de
campo en la Sierra Madre Occidental desde finales de los 80), destaca Liminaridad,
tiempo y significación. Prácticas rituales en la Sierra Madre
Occidental de México México 2005.
Bibliografía sobre enteógenos (el término es
necesario discutirlo)
Primer uso en C.A.P. Ruck y otros, Journal
of Psychedelic Drugs II, 1-2 (1979), (reproducido en traducción
al español en el apéndice de R. Gordon Wasson, A. Hofmann,
C.A.P. Ruck, El camino a Eleusis. Una solución al enigma de los
misterios, México 1980 (Nueva York 1978) págs. 231-235);
sistematización en R.G. Wasson (y otros), La búsqueda
de Perséfone. Los enteógenos y los orígenes de la
religión, México, 1992 (Yale, 1986); también la
síntesis de H. Smith, La percepción divina. El significado
religioso de las sustancias enteógenas, Barcelona, 2001 (2000,
el título inglés es Cleansing the Doors of Perception
en
un guiño al célebre Las puertas de la percepción
de Aldous Huxley).