TEORÍAS Y METODOLOGÍAS DEL ESTUDIO DE LAS RELIGIONES
Material preparado por Francisco DIEZ DE VELASCO
UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA
Este material electrónico tiene licencia Creative Commons
Reconocimiento - NoComercial - CompartirIgual (by-nc-sa)


Los lenguajes de la religión (introducción)

La religión se ha transmitido en un elenco diverso de soportes que conforman modos de aprehender el escurridizo objeto de estudio del que trata la disciplina. En una medida mayor que en otras ciencias humanas el lenguaje escrito es solamente uno de los que resultan susceptibles de estudio, y en ciertos casos y contextos, además, no es el principal. Por ejemplo en la mística, la alteridad radical de la experiencia se plasma muy defectuosamente en los modos habituales de socialización de los conocimientos (el lenguaje oral o el escrito); los trances chamánicos, de un modo parecido, se figuran mucho mejor por medio de la imagen, de la experiencia auditiva, del mito o de la construcción simbólica, que con la narración sistemática (o cuando ésta se produce, justamente se carga de valores imaginales que pictorializan el relato, lo convierten en un complejo lienzo sobre el que las palabras parecen trazos de color o ritmos y sonidos). Muchas experiencias religiosas se muestran por medio del lenguaje poético, de la música, del símbolo, de la imagen, generando un elenco numeroso de fuentes variopintas para el estudio. Los mundos imaginales, ya sean descritos en palabras o en representaciones (simbólicas) han de ser reelaborados para convertirse en objetos comprensibles del quehacer del investigador, para lo cual han de someterse a la criba de su transformación a un lenguaje que, irremediablemente, termina parcialmente desvirtuándolos (desdotándolos en gran medida de sus sensorialidades asociadas), aunque es el único que nos permite una transmisión de información que somos capaces de procesar con nuestros procedimientos estándar de relación intelectual, cargada de valores oculocéntricos y logocéntricos de los que ni sus detractores se libran (el propio Foucault, que nos pone en guardia no puede menos que ser oculocéntrico).
Los lenguajes de la religión resultan por tanto diversos, al combinar pensar y actuar, por una parte muestran información sobre creencias, en algunos casos con notables problemas para analizarlas, y por el otro se materializan en conductas religiosas. La religión legible, visible o audible, los relatos que conforman la oralidad permiten un acceso privilegiado a las creencias; la arqueología, la sociogeografía o las técnicas estadísticas, además, ayudan a calibrar en mayor profundidad lo cuantificable, a plasmar la religión en un mapa.
La religión se expresa por tanto en varios lenguajes que requieren estrategias diferentes por parte de quien se acerca a ellos y los tiene en cuenta en sus abordajes metodológicos del tema. El símbolo o los lenguajes imaginales necesitan que se desentrañen sus claves (navegando entre una selva de símbolos que puede expresar palabras confusas pero miradas familiares) para poder hacerlos comprensibles y comparables; los vericuetos de la creación literaria religiosa exigen que se descubran sus pautas de confección por medio de las depuradas técnicas de la crítica literaria que no se arredran ante las sofisticadas sendas de las hermenéuticas. El tratamiento de la información es, en la disciplina de estudio de las religiones, una sutil componenda interpretativa que, mirada desde el contexto referencial de la antigüedad, aparece bien simbolizada en una intersección múltiple que teje un laberinto sobre el que no puede más que imperar Hermes, en tanto que garante de la comprensibilidad (y hasta la propia posibilidad) de la comunicación. Además, como le ocurría a los intelectuales alejandrinos de la época helenística, obligados a navegar en un mundo de referencias mestizas, nos enfrentamos a las consecuencias de la diversidad de culturas que han de ser estudiadas. No son sólo los diversos soportes documentales, sino también la diversidad de los contextos culturales, de las sociedades que los utilizan. De todos modos el especialista en el estudio de las religiones cuenta con el método comparativo, que hemos visto que es un potente instrumento que encauza las investigaciones y permite superar el marco explicativo generado desde su interior por cada una de las culturas que se estudian (y a la par romper el universo cultural-enculturado del investigador).
Por tanto termina generando explicaciones que pueden resultar peculiares, que surgen de la labor de elaboración de la documentación de todo tipo que podamos emplear, y que no tienen porqué coincidir con las que las personas seguidoras de las religiones estudiadas estimen como correctas o aceptables (siempre partiendo de que las voces que más se escuchan, las voces del liderazgo, pueden no ser más que aproximaciones parciales cuando no subalternizadoras de otras miradas). De ahí que resulte una entelequia trabajar con la finalidad de generar un producto plenamente asumible por los cultores de las religiones específicas que se estudian. Frente a la aceptabilidad, se ha de buscar en la perspectiva de la disciplina de estudio de las religiones potenciar el análisis, la comprensión, y para ello desde luego es fundamental la apertura a lo que nuestros interlocutores plantean, abriéndonos a dejarnos afectar (al modo que expone Jeanne Favret-Saada). Pero lo mismo que a la hora de enseñar la diversidad religiosa, para diferenciarnos de las posiciones teológicas nuestra apuesta sería enseñar creencias pero sin enseñar a creer, en esta cuestión podríamos decir que tendríamos que dejarnos afectar sin dejarnos infectar (mejor suena en francés "être affecté sans être infecté").
Aunque, evidentemente, resulta complejo desarrollar una investigación sobre una materia que es susceptible de formar la realidad viva de un corpus de creencias, parece necesario consolidar modelos que superen los marcos explicativos generados por dichas religiones. Aunque podemos encontrarnos con que nuestro trabajo en alguna medida será enjuiciado por quienes estudiamos (o incluso será aprobado por ellos) ya que los métodos de trabajo (y la financiación de los mismos) pueden llevar a exigir el refrendo de las personas (o sus representantes) sobre las que realiza los estudios. Se trata de un reto metodológico que solo puede encararse de modo contextual y desde el respeto (otros lo llamarían empatía aunque el concepto, como todos los que usamos, plantea problemas), pero también la solidez teórica.

Pero el hecho de trabajar comparando diferentes religiones y sus diversas fuentes resulta una labor especialmente complicada como resultado de la imposibilidad de conocer de primera mano (en sus formatos originales) todo lo que se necesita comparar. Si bien la religión visible o audible se expresa en la imagen y la música, lenguajes que no necesitan traducción literal, aunque si ese otro tipo de traducción que resulta de comprender las circunstancias y valores de la creación (y que tocan formas de inteligencia que pueden discurrir lejos de las tan valoradas inteligencias lingüístico-verbal y lógico-matematica), la religión legible enfrenta el escollo de lenguas diferentes y la obligatoriedad de plegarse a la labor de traductores con grados distintos de capacidad, competencia y premisas religiocentricas.

Cabe preguntarse como gestionar la falta de coincidencia entre las explicaciones del analista y los miembros de las religiones estudiadas. Por ejemplo en lo relativo a lo que entienden por religión (opción por la contextualidad -podemos en España usar el RER o el Directorio de lugares de culto del OBPRE- pero: contextos fronterizos / religiones paródicas, etc..) o grupos o personas que a veces dicen que son religiosas y otras veces que no dependiendo del contexto y las ventajas o desventajas asociables)



Este material es una adaptación y puesta al día de análisis que se exponen en F. Díez de Velasco, Lenguajes de la religión. Mitos, símbolos e imágenes de la Grecia Antigua, Madrid, Editorial Trotta, 1998, pp. 9-12 y F. Díez de Velasco, La Historia de las Religiones: métodos y perspectivas, Madrid, Akal, 2005, pp. 193-195.