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Material preparado por Francisco
DIEZ DE VELASCO
UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA |
TIPOLOGÍA DE LAS FORMAS DE EXPRESIÓN DE LA IDENTIDAD RELIGIOSA, CON ATENCIÓN PREFERENTE AL MUNDO CONTEMPORÁNEO
Presentado en la sesión IDENTIDAD,
CONFLICTOS Y PERTENENCIA RELIGIOSA del capítulo español
del Club de Roma (coordinador: F. Marco Simón), 4 de Octubre de
2016, CaixaForum Zaragoza.
Tipología triple
1) Religiones nacionales (funciona también para las étnicas)
LA IDENTIDAD COLECTIVA RADICA EN EL GRUPO NACIONAL
(o ÉTNICO)
SUELEN GENERAR un discurso religioso poco incluyente:
no se plantean como religiones abiertas a todo el mundo.
Pueden construir una fuerte identidad diferencial de
base religiosa pero no suelen intentar imponerla fuera del grupo. LOS CONFLICTOS
ESTÁN CIRCUNSCRITOS
2) Religiones universales (también tener en cuenta el concepto de religiones imperiales, la identidad es el emperador generalmente divinizado)
LA IDENTIDAD COLECTIVA RADICA EN TODA LA HUMANIDAD, que es susceptible de incluirse en el grupo de fieles
SUELEN GENERAR un discurso religioso incluyente (se plantean
como religiones abiertas a todo el mundo)
Pueden englobar una multiplicidad de cultores posibles
susceptibles de sentirse identificados con el mensaje religioso
Tienen una extraordinaria capacidad de adaptación
y de perdurabilidad
PERO: tienden a chocar con otras religiones por la captación
de fieles
3) Religiones modernas (plantean un fuerte reto, una nueva cosmovisión, unos parámetros de convivencia y de identidad diferentes)
-individualización: la religión es un factor
identitario principalmente individual (no principalmente colectivo)
-separación (de lo profano y lo sagrado, de lo
que se llamó "iglesia y Estado")... la identidad política
se separaría de la religiosa, que quedaría o en el ámbito
de lo privado o incluso de los íntimo (de piel para dentro)
-globalización: vivimos en un mundo cada vez más
multirreligioso (diversidad en igualdad) donde los territorios estancos
e impermeables son cada vez menores...
PROBLEMA: choque de cosmovisiones: los límites de la identidad religiosa los marcaría la convivencia global