Material preparado por Francisco DIEZ DE VELASCO UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA |
¿Como ofrecer espacios multiconfesionales adecuados
a la realidad del día a día de nuestro país pero también
al marco legislativo español y en especial a la Constitución
de 1978?.
a) Para adaptarse a la libertad de culto y en general
la libertad de creencias tanto en su faceta individual como colectiva,
estos espacios multiconfesionales habrían de implementarse para
satisfacer tanto el uso colectivo como individual de los mismos (servir
también por tanto como salas de recogimiento).
b) Como queda explícita la no confesionalidad
del Estado en la Constitución, estos espacios habrían de
implementarse teniendo como horizonte la búsqueda de la neutralidad
estatal respecto de las diversas confesiones implicadas en su uso y por
tanto minimizando los signos externos de carácter religioso que
estén siempre fijados, y necesariamente usando elementos móviles
que se empleen en cada culto particularizado y luego se retiren.
c) Como la Constitución establece también
el principio de cooperación con las diferentes confesiones, con
expresa mención de la Iglesia católica, los espacios multiconfesionales
habrían de implementarse de un modo contextual, teniendo en cuenta
los usuarios posibles y de modo cooperativo con las diversas confesiones
que pudiesen requerir su uso y en especial con la Iglesia católica,
la que, previsiblemente, mayor utilización hará de ellos.
d) Como se establece en el artículo
16.2 la protección respecto de la obligatoriedad de identificar
las propias creencias, los espacios multiconfesionales habrán de
implementarse de un modo discreto que no exija para los usuarios posibles
una identificación religiosa obligatoria, quedando así amparados
quienes quieran hacer uso de dichos espacios sin tener que evidenciar una
adscripción religiosa definida. Si bien los usos colectivos conllevarán
una identificación religiosa más evidente, en los usos individuales
cualquier identificación religiosa habría de ser minimizada
convirtiéndose así, mientras no se realice un culto colectivo
determinado, en espacios no adscritos y sin símbolos en los
que se encuentren cómodos también quienes sean no religiosos
pero puedan querer hacer uso de un lugar de recogimiento (recordemos que
estas salas se ubican en penitenciarías, hospitales, tanatorios
y cementerios o cuarteles, lugares donde el contacto con la inseguridad,
la enfermedad y la muerte pueden potenciar la introspección y la
necesidad del recogimiento).
Una propuesta coherente con todo lo anterior podría ser la de procurar dos espacios multiconfesionales sin adscripción específica a ninguna confesión en particular. Por una parte una sala con sillas o banquetas que emplearían quienes en los cultos habitualmente utilizan dicho mobiliario, es decir los cristianos en la gran mayoría de sus denominaciones, los judíos, los seguidores de religiones con fuerte peso de la etiqueta europea y occidental y quienes quieran optar por una sala de recogimiento en la que pudiesen sentarse en sillas. Por otra parte se incluiría una sala sin sillas que utilizarían quienes en los cultos suelen situarse directamente en el suelo y antes de entrar en el recinto se descalzan, es decir, los musulmanes, budistas en la mayoría de sus corrientes, hinduistas y en general seguidores de religiones orientales y africanas, además de quienes quieran optar por una sala de recogimiento en la que se puedan sentar en el suelo.
Propuesta de diseño de un espacio multiconfesional.
A = sala sin sillas; B = sala con sillas; C = sala de almacenamiento de
los elementos móviles del culto; D = puertas; * = Orientación
(en España hacia el este, que es donde se ubica La Meca y Jerusalén,
satisfaciendo las necesidades de las religiones para las que la orientación
en el rezo son fundamentales)
Este ejemplo de los espacios multiconfesionales intenta
mostrar una sencilla senda para desactivar los contextos conflictivos en
lo relativo a creencia e increencia por medio de incluir también
las necesidades de quienes no tienen religión y pueden sentirse
maltratados por estimarse silenciados.
En vez de exigir la desaparición de cualquier
espacio susceptible de ser utilizado para fines religiosos, cuestión
que resulta evidentemente lesiva para quienes mantienen una práctica
religiosa (y que por tanto si se encuentran en una situación de
merma de su libertad de movimientos, por ejemplo, por estar en prisión,
no podrían desarrollar más que una práctica religiosa
individual), quienes se sitúan en perfiles de increencia podrían
apoyar una iniciativa que les permitiese participar de ella, apostándose
por la cooperación en vez de la confrontación o la invisibilización.
Guía
técnica para la implementación y gestión de espacios
multiconfesionales, Madrid, Observatorio del Pluralismo
Religioso en España, 2011 (ISBN 978-84615-2847-9)
donde se desarrolla con detalle esta propuesta
-Los espacios multiconfesionales: ¿una apuesta de futuro? (de
Cuestiones de Pluralismo 2/1, 2022) https://doi.org/10.58428/ffmx6763
-La diversidad religiosa en España: reflexiones y ejemplos.
Madrid: Ediciones Clásicas, 2023, cap. V (231-302) https://doi.org/10.5281/zenodo.7738372