Material preparado por Francisco DIEZ DE VELASCO Este material electrónico tiene licencia Creative Commons (atribución no comercial sin derivadas 3.0 unported) Las fotografías y los textos han sido realizados por el autor, que pertenece al grupo de investigación HISTOREL de la UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA |
Tendencia a pensar el cristianismo español desde
el singular, desde el peso del catolicismo, PERO tanto en el presente como
en múltiples momentos del pasado hubo diversidad de caminos, por
ejemplo en el siglo VI convivieron obispos suevos y visigodos de credo
arriano con obispos visigodos, suevos y en general hispanos de credo que
hoy denominaríamos como católico a los que habría
que añadir obispos de obediencia bizantina en la Spania, que englobaba
la zona Sur de la Península controlada por el Imperio Romano de
Oriente. Todos adoraban a la cruz y otros símbolos cristianos que
pueblan los objetos que nos han llegado de aquellos momentos tanto en los
de uso cotidiano como la cerámica, como en las monedas o en la decoración
de las iglesias de las que se han conservado restos.
Fragmento de cuenco de terra sigillata africana
del siglo VI e.c. con decoración de cruz dentro de corazones procedente de Benalúa, Alicante. Museo Arqueológico (MARQ), Alicante |
Moneda de oro sueva (tremis) en la que
la cruz forma el referente iconográfico. Museo Arqueológico Nacional, Madrid |
Relieve en piedra arenisca de una basílica visigoda
hallado en la zona del Cerro de las Balsas, La Albufereta (Alicante). Museo Arqueológico (MARQ), Alicante |
El cristianismo ha sido mayoritario en el territorio español con una potencia que casi alcanza los veinte siglos de antigüedad si exceptuamos las dos centurias centrales de la hegemonía del islam en torno al cambio entre el primer milenio y el segundo.
Primeros indicios de presencia cristiana:
-el deseo de San Pablo de viajar
a la zona hispana
Fabrica de Moneda y Timbre. año 1963
Sello conmemorando el supuesto XIX centenario del viaje de San Pablo a Hispania El motivo es el San Pablo de El Greco |
-las narraciones imaginarias de
la venida de Santiago
-de los varones apostólicos
(y la recreación imaginaria que se propone en los plomos del Sacromonte)
Estatua de San Torcuato en la portada de la
catedral de Guadix, Granada, obra de María Ángeles Lázaro Guil, 1992-1995 |
Estatuas de San Cecilio
y San Tesifón en la portada de la catedral de Guadix (Granada) obra de María Ángeles Lázaro Guil, 1992-1995 |
Los datos más seguros tienen que ver con la
época de las persecuciones imperiales contra los cristianos y su
reflejo en las provincias hispanas. Las duras presecuciones bajo los emperadores
Decio y Valeriano se siguió el edicto de "tolerancia" de Galieno
del 260, revocado por Diocleciano que volvió a la violencia anticristiana.
Pero la situación cambió en 311 con el edicto de Galerio
que defiende la licitud del culto cristiano.
Le sigue el gran cambio con Constantino, que quizá
ya desde esa época contaba como consejero con el obispo Osio de
Córdoba, tenido por santo entre los cristianos ortodoxos y por el
que se nombran algunas de las iglesias ortodoxas que se levantan en la
España actual.
Moneda de oro (solidus aureus) de Constantino
Museo Arqueológico Nacional, Madrid |
En 313 Constantino promulgó el edicto de Milán que recoge el anterior de Galerio y establece la efectiva libertad de cultos en el imperio romano.
En 325 se desarrolla en Concilio de Nicea. El obispo Osio se vio involucrado en los enfrentamientos con Arrio de Alejandría, el fundador del arrianismo, un modelo que tuvo en la zona hispana una destacada relevancia puesto que, dado que los godos fueron cristianizados por misioneros arrianos, durante siglos los gobernantes tanto visigodos como suevos de Hispania fueron arrianos.
Un drástico cambio se producirá en el
Imperio romano unos años más tarde y fue producto de la voluntad
de otro hispano, el emperador Teodosio.
Ilustración tomada de la Historia de España
de Modesto Lafuente del disco de plata de Teodosio conservado en la Real Academia de la Historia en Madrid, fue hallado en Almendralejo, Badajoz y representa en el centro al emperador |
En el 380 hizo público el edicto de Tesalónica por el que un tipo determinado de cristianismo, al que expresamente se denomina católico, se definieron, y esta vez específicamente denominados como herejes, aquellos que se apartasen de ese camino "católico". Se le negó el nombre de iglesias a sus lugares de reunión y se les amenazó con castigos no solo divinos, sino también por parte de las autoridades. No se dice nada en el edicto de otras religiones, si lo hará en 392 el edicto de Constantinopla que especifica su total puesta fuera de la ley.
A finales del siglo IV en Hispania se produjo el más
evidente ejemplo del cariz que podrían llegar a tomar las persecuciones
religiosas derivadas de este nuevo marco en el que las autoridades políticas
actuaban como garantes de la pureza religiosa: la ejecución en 385
de Prisciliano de Ávila. Las persecuciones contra estos priscilianistas
abrieron el camino a las realizadas contra otras disidencias religiosas
que se producirán a lo largo de todo el medievo, siendo notables
por su violencia las que acabaron con los valdenses en la zona catalana
en el siglo XII y XIII. A partir del siglo XV se pondrá en marcha
en España una institución, la Inquisición, que tendrá
como cometido justamente esta represión religiosa contra quienes
pudiesen apartarse de lo que se estimaba el recto camino.