Se trata de un módulo que repasa la presencia del judaísmo en el pasado y en el presente del territorio que se denominó Sefarad y que corresponde con la Península Ibérica.
Propone dos reflexiones de base:
1) la necesidad de tomar conciencia
del fenómeno de la estigmatización de ciertos grupos religiosos
en el pasado y en el presente, que ha podido generar terribles persecuciones.
El caso del judaísmo español resulta especialmente significativo,
2) el interés de tener presente
la larga duración que caracteriza los tiempos de las religiones,
siendo el judaísmo un excelente ejemplo de ese hilo de memoria gracias
al que se tejen puentes entre pasado y presente y que configura una herencia
varias veces milenaria.
Se enfoca el estudio sobre:
1) la antigüedad de la presencia
del judaísmo en la Península Ibérica del que puede
decirse que es la religión viva más antigua de España,
2) el fenómeno del antisemitismo
y el antijudaísmo, repasando las persecuciones contra los judíos
de Sefarad que terminaron en su expulsión en 1492,
3) la importancia y las características
del nuevo judaísmo español que se está desarrollando
al amparo del marco de libertad religiosa que caracteriza a la España
actual.
El judaísmo español combina una herencia
muy destacada, la de la memoria Sefarad y la perduración de lo sefardí,
con una nueva y creciente implantación. Si bien los judíos
son una minoría en España, que ronda las 40.000 personas
y aunque suelen apostar por la discreción, no renuncian a configurar
un nuevo y destacado patrimonio religioso. Sirva de ejemplo la sinagoga
principal de Madrid que puede albergar a casi un millar de fieles en un
edificio notable por su belleza y funcionalidad.
Sinagoga mayor de Madrid fotografiada desde la zona de
mujeres
-Francisco Díez de Velasco, Religiones en España, Madrid: Akal, 2012, pp. 56-87.