TEORÍAS Y METODOLOGÍAS DEL ESTUDIO DE LAS RELIGIONES
Material preparado por Francisco DIEZ DE VELASCO
UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA
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La óptica interdisciplinar

El análisis histórico-religioso (o de ciencias de las religiones) utiliza todo tipo de instrumentos en los que se han especializado diversas disciplinas con la finalidad de comprender mejor el campo de estudio; una característica fundamental de la disciplina es su vocación auténtica y necesariamente interdisciplinar que se plasma en el uso de los siguientes enfoques principales, teniendo en cuenta que los límites disciplinares son necesariamente consensuales y tienden a desvanecerse en el trabajo de campo y en el trabajo analítico en aras de una convergencia disciplinar que ya se adelantó):

a) análisis histórico-filológico o método crítico (enfoque en la investigación textual, iconográfica y de otros lenguajes de la religión): quizá sea el primordial ya que la información religiosa se materializa mayoritariamente en soportes documentales escritos o iconográficos sobre los que es necesario realizar un análisis estricto que tenga en cuenta el contexto histórico de producción y de utilización y las características internas del documento (la combinación de texto/imagen y contexto). El método histórico-filológico o método crítico, depurado por centurias de investigaciones es clave en el análisis de textos (imágenes y otros elementos documentales) de carácter religioso, que se entienden como obras de seres humanos (sometidas a transformación) y no como revelaciones divinas intemporales y de valor eterno. Por su parte el análisis iconográfico y arqueológico presenta la particularidad de su enorme desarrollo en las últimas décadas. La "Religión Visible" frente a la legible presenta el interés de introducir al estudioso en campos muchas veces poco documentados, pero fundamentales para entender la religión practicada (las conductas religiosas) y no solamente la pensada (la religión mental). Otro tanto se puede decir de la "Religión Audible", la religión que se expresa por medio de la música, que presenta la fascinación de la inmediatez y la experiencia de lo difícilmente reductible a las meras expresiones de lo racional, pero que es perfectamente susceptible de un análisis crítico como el que planteamos. Se tratan estos lenguajes de la religión con más detalle más adelante.

b) análisis antropológico (enfoque en la investigación cualitativa): la antropología, disciplina que posee una vocación holística en el estudio de la cultura humana y particularmente las subespecializaciones denominadas antropología de la religión (la que posee un nombre más claro), antropología religiosa (aunque el nombre plantee problemas, como ya se ha visto) y antropología simbólica (y cognitiva) ofrecen un número creciente de instrumentos de análisis al especialista en el estudio de las religiones (como la insistencia en el estudio de los sistemas simbólicos o la discusión sobre religión y cognición y los fenómenos de hominización y sapientización). La etnografía (enfocada en la sofisticación de los métodos de análisis cualitativo) aporta una de las fuentes notables de desarrollo de los estudios histórico-religiosos, al conformar prácticas de entrevista que pueden llegar a la profundidad biográfica de las historias de vida o sofisticadas técnicas de trabajo de campo como la observación profunda que multiplican los elementos de escucha participativa y de inmersión en el campo de estudio. Además la renovación metodológica que se ha producido entre los antropólogos desde los años cuarenta (el relativismo cultural o la crítica del etnocentrismo, por ejemplo, las denominadas crisis -del objeto, la representación, etc.-) ha permeado notablemente los modos de trabajo de quienes se dedican al estudio de las religiones. Incluso las críticas que expresan muchos antropólogos respecto del valor autónomo de la religión está sirviendo de acicate en la consolidación de las bases teóricas y conceptuales de la historia de las religiones (ciencias de las religiones...). La antropología no solamente resulta un reto respecto de la disciplina de estudio de las religiones, sino que tienden ambas disciplinas a una convergencia significativa que las identifica en última instancia. Si el objeto de la antropología pasa a ser la totalidad de las sociedades humanas (en el presente y el pasado), lo que resultaría desde el punto de vista epistemológico la opción más lógica (aunque plantee serios problemas desde el punto de vista de los profesionales de la disciplina y las otras disciplinas humanísticas); es decir si la antropología tuviese el valor de postularse como una completa ciencia de análisis de las culturas humanas (no muy diferente, por tanto, de una historia total), la antropología de la religión no sería diferente de la historia de las religiones (o el nombre que quiera darse a la disciplina) tal como se está definiendo en estos materiales, es decir, en un sentido extenso. Para ello la antropología tendría que atreverse a salir del campo tradicional de la etnografía y del menos tradicional del estudio de los fenómenos de cambio en las sociedades actuales para encarar en mayor medida el estudio de sociedades históricas (campo generalmente acotado de historiadores o sociólogos). La antropología religiosa tendría que encarar el estudio de religiones de larga historia y complejidad doctrinal y de fuentes como las religiones de la India, los diferentes cristianismos, los budismos, el judaísmo etc., encarando las sofisticadas exigencias del análisis textual y documental.

c) análisis sociológico (enfoque centrado principalmente en la investigación cuantitativa): la información religiosa es información de índole social susceptible de ser procesada con los instrumentos de análisis diseñados por la sociología y en particular por la subespecialización de la misma que se denomina sociología de la religión. Las técnicas estadísticas son el instrumento más útil a la hora de determinar el impacto de las diversas religiones tanto a nivel local como global, permiten cuantificar las características sociales del culto y acercarse a la religión conductual. Temas estrella en el análisis sociológico son, por ejemplo, la secularización/laicización de las sociedades modernas, la penetración de las nuevas religiones o los estudios de minorías religiosas. Pero la sociología de la religión no limita su cometido exclusivamente a la religión contemporánea sino que ofrece al especialista en el estudio de las religiones los instrumentos para refinar análisis; la importancia que otorga a la estratificación social y la diversidad ideológica originada en ésta permite enfrentar el estudio de formas religiosas específicas según el grupo social al que pertenezca el cultor, enriqueciendo un panorama que podría tender a figurarse como mucho más monolítico. Desde el filtro del estudio de la estratificación social entendida como generadora de opciones religiosas diferenciales se puede llegar a comprender la diversidad de matices de la religión real: así religiones que parecen compactas presentan grandes diferencias entre las creencias de la elite y de los grupos populares, por ejemplo. Estatus y religión, autoridad y religión son temas conectados con el anterior y que permiten profundizar en el análisis del papel del creyente en el entramado social. La sociología permite ahondar en la determinación de la importancia de la elite religiosa en los mecanismos de control social en sociedades muy estratificadas, cuantificando (cuando es posible) la vinculación de los miembros de la elite religiosa y los de la elite gobernante. La sociología también defiende enfoques particulares en lo que se refiere a temas como el conflicto social y el religioso, los mecanismos de opresión (religiosa) y los modos de gestionar, por medio de la religión, los enfrentamientos en el seno de los sistemas sociales. Para el estudio de sistemas de creencias diferenciales y en mutación o del cambio religioso y cambio social, la sociología ofrece un elenco de instrumentos conceptuales que permiten delimitar y analizar la dinámica social.

d) análisis psicológico (enfoque en el individuo): fundamental, para la comprensión de las experiencias cumbre y de conciencia alterada o las opciones religiosas por valorar las técnicas de introspección y meditación, resulta importante también para entender muchos fenómenos religiosos que se iluminan gracias a la utilización de los instrumentos de comprensión del comportamiento humano que ha forjado la psicología. La psicología religiosa se ha convertido en una subespecialización consolidada de esta ciencia y abre vías para la comprensión no solo de los componentes de lo personal en la religión sino también otros ámbitos (por ejemplo los problemas que se generan entre socialización e individuación). El choque entre creencias personales y sociales, entre los sistemas de valores enculturados en el ámbito familiar-religioso y los que rigen en la vida común generan una interacción que puede llevar en ciertas ocasiones a actitudes de tipo violento; este es el caso de las actitudes integristas o fundamentalistas extremistas, por ejemplo, que se muestran como una opción en la que la balanza se decanta por los valores religiosos y que puede llevar a comportamientos de agresión para imponer a los demás las propias ideas estimadas como valores eternos de mayor poder que cualquiera de los defendidos de modo general por la sociedad. En otros casos la experiencia religiosa determina una modificación en la estructura de las creencias que lleva a cambios drásticos en la personalidad que pueden desembocar en una inadaptación a la vida social común: parece que existe entre los místicos de muchas religiones este tipo de actitudes que suelen determinar el apartamiento de la sociedad o el confinamiento en lugares en los que la mayoría de los moradores compartan experiencias parecidas. El sometimiento vejatorio a un líder espiritual, la puesta en manos de éste de parcelas importantes de las tomas de decisión personales, la megalomanía religiosa de carácter destrutivo, resultan interesantes por producirse de modo privilegiado en los ámbitos religiosos. Perturbación psicológica, depresión y receptividad a las experiencias religiosas son temas interesantes para entender el arraigo de la religión en grupos característicos de la sociedad. El consuelo psicológico que procura la religión (la delegación de la responsabilidad última en un código de conducta dictado por la religión; el amparo que procura la aceptación de una jerarquía que determine la moral y posea los medios para la expiación de las faltas -como ocurre en el catolicismo-; el poder reconfortante de la tradición, entre otros) es un factor muy importante para entender que en la sociedad desacralizada contemporánea sigan arraigadas religiones que surgieron en épocas y circunstancias bien diversas. Por otra parte los avances en las ciencias del cerebro están siendo sistematizadas de un modo que no solo busca aplicaciones clínicas, sino también construir modelos explicativos teóricos en lo relativo a las religiones (la disciplina denominada neuroreligión -o neurofilosofía- se está estableciendo como generadora de aproximaciones fundamentales), por el trabajo de múltiples colectivos de psicólogos (por ejemplo en la apuesta por las técnicas de mindfulness que en ocasiones ahondan en caminos propuestos tradicionalmente por muy diversas religiones); conforman métodos de abordaje desde criterios científicos de sendas religiosas algo elusivas (si solamente se trabaja desde la mera observación exterior) como las meditativas. La psicología ofrece, por tanto, buenos mecanismos para ahondar y afinar en las explicaciones holísticas que necesita forjar el historiador de las religiones.

e) análisis filosófico (enfoque en el Sentido): es fundamental, a pesar de que resulta controvertida incluso la denominación de la subespecialización filosófica dedicada al análisis religioso. Bajo el título filosofía de la religión, suelen englobarse investigadores con una posición metodológica de tipo idealista, que aceptan que la religión posee una entidad que extrae su verdadera razón de ser más allá de las contingencias históricas. Por otra parte la filosofía de las religiones, que sería una ciencia holística que trataría las religiones en sus manifestaciones históricas como producciones de índole filosófica no se diferenciaría de la historia de las religiones (con el diseño interdisciplinar con el que se la suele entender en estos materiales) pero no ha alcanzado un consenso general de utilización. De todos modos, a pesar de las dudas metodológicas expresadas, la religión ha tendido a resultar dedicación esporádica (o hasta principal) de buenos pensadores englobados en el campo de la filosofía, aunque puntualmente la posición filosófica de buscar respuestas a interrogantes últimos, pueda haber excedido, según la opinión del que ésto escribe, las capacidades explicativas de nuestra disciplina (y tender a metas más próximas a las teológicas). La apuesta por dotar de un Sentido (con mayúsculas) la reflexión enfocada en el tema religioso resulta poco distinguible de la ambición última de las aproximaciones holísticas.

f) análisis jurídico: que cobra un peso cada vez mayor como consecuencia de la construcción de marcos mundiales de protección de derechos religiosos (que se convierten en elementos primordiales en la construcción de lenguajes comunes globales de consenso y en la conformación de la multirreligiosidad).

g) análisis de geografía de las religiones: uso de técnicas de mapeo cada vez más precisas... ejemplo muy sencillo (pero eficaz) http://www.observatorioreligion.es/

h) otros
El análisis histórico-religioso utiliza todo tipo de instrumentos forjados por diversas disciplinas (que no hemos enumerado exhaustivamente, así han quedado sin tratar específicamente  la ecología de las religiones, la economía, la neuroreligión -solo citada en el análisis psicológico- etc.); la finalidad es comprender mejor el hecho religioso (en la acepción de lo que se entiende entre los historiadores por "historia total") en toda su diversidad y complejidad. A hacer Historia de las Religiones (ciencias de las religiones...) se puede (y debe) llegar desde muy diversos campos del saber y cualquier enfoque disciplinar puede resultar válido siempre que se respete el cinto metodológico (científico) que se construye desde la desvinculación de visiones religiocéntricas y no neutrales. Estos puntos de vista se repasarán más adelante.

Cabe preguntarse si la reivindicación de la interdisciplinaridad no debilitaría las posibilidades de conformar una disciplina autónoma por la dificultad de su aceptación real (más allá del voluntarismo o de la moda de la corrección académica)...



Este material es una adaptación y puesta al día de análisis que se exponen en F. Díez de Velasco, "El estudio de la religión: autonomía, neutralidad, pluralidad" en F. Diez de Velasco y F. García Bazán (eds.), El estudio de la religión, Madrid, editorial Trotta (EIR1), 2002, pp. 384-390 y F. Díez de Velasco, Introducción a la historia de las religiones, Madrid, Trotta, 3ª ed., 2002, pp. 44-49.